El fabricante de neumáticos Bridgestone ha anunciado su intención de iniciar un despido colectivo que afectará a unos 546 trabajadores en dos de sus cuatro plantas en España. Este ajuste laboral supondrá la eliminación de casi el 20% de su plantilla en el país, que cuenta hasta ahora con 2.800 puestos de trabajo.

Las dos plantas afectadas serán Puente San Miguel (Cantabria), dedicada al segmento de vehículos y tractores agrícolas, y Basauri (Euskadi), centrada en la elaboración de cubiertas para camiones y autobuses. Sus respectivas instalaciones vascas, que cuentan con unos 900 trabajadores, perderán a más de una tercera parte de la plantilla, con 335 despidos. Por su parte, en Cantabria, de los 400 operarios, se estima la salida de 211 empleados.

Además, la multinacional japonesa mantiene una sólida presencia industrial en España con un almacén en Usansolo (Bizkaia), donde emplea a 40 trabajadores, y su factoría en Burgos, que con 700 empleados es una de sus principales plantas a nivel global, logrando que ambas instalaciones queden excluidas del ajuste. La planta de Burgos se ha convertido en el foco de inversión de Bridgestone en España, con un plan de 207 millones de euros hasta 2030 para aumentar su capacidad en un 75%, sumando siete millones de unidades adicionales para furgonetas y turismos. Además, durante 2024, la empresa ha invertido 33 millones en este plan y destinará otros 45 millones en 2025, con el objetivo de completarlo en un 37,68% este año.

Esta reconversión se encuentra iniciando negociaciones con los sindicatos para identificar a los trabajadores afectados y definir la cifra final de despidos. El ajuste responde a los “profundos cambios” en el mercado europeo del automóvil, con una caída en las matriculaciones que afecta a los proveedores, especialmente en el sector del neumático, que enfrenta una creciente competencia de fabricantes asiáticos. Además, la compañía justifica los despidos por un “entorno macroeconómico desafiante, marcado por la inflación, la incertidumbre y los cambios regulatorios”, lo que obliga a una reducción de su capacidad instalada.

En marzo de 2024, finalizó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectó a 2.800 trabajadores, tras un parón de tres meses que se sumó a otro en el último trimestre de 2023. Desde su sede en Zaventem (Bélgica), Bridgestone gestiona su actividad en Europa, Oriente Medio y África, con 13 fábricas y 14.000 empleados en 35 países.

España sigue teniendo un papel clave dentro de esta estructura, con una oficina de ventas en Madrid, un centro de I+D y un circuito de pruebas. La compañía invierte anualmente más de 800 millones de euros en el desarrollo de neumáticos de nueva generación, además de ampliar su capacidad en Polonia y Serbia.

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