La Agencia Internacional de la Energía (AIE)  reconoce que la propagación del coronavirus y sus variantes, como la Delta, han dejado tocado a su sector. De hecho la AIE ha revisado a la baja sus expectativas de crecimiento de la demanda de crudo para el resto de 2021, según el último boletín mensual de la institución con sede en París. La agencia anticipa de esta manera que el consumo mundial de petróleo crecerá este año en 5,3 millones de barriles al día (mb/d), alcanzando un promedio de 96,2 mb/d para el año 2021, con un incremento adicional previsto de 3,2 mb/d para el año 2022.

La demanda mundial de petróleo aumentó en 3,8 mb/d en junio, impulsada por la mayor movilidad en Norteamérica y Europa, pero este aumento del consumo "revirtió abruptamente su curso en julio y las perspectivas para el resto de 2021 se han degradado debido al empeoramiento de evolución de la pandemia y las revisiones de los datos históricos", afirma la AIE.

Una situación que se ha degradado más durante la segunda mitad de 2021. Algunos de los factores que influyen en ello son las restricciones contra el coronavirus impuestas en varios de los principales países consumidores de petróleo -particularmente en Asia -que parecen reducir la movilidad y el uso de petróleo.

Por su parte, la AIE destaca que el suministro mundial de petróleo está aumentando rápidamente. De hecho, se espera que la oferta aumente aún más después de que los países de la OPEP+ (Rusia) pactaran el pasado 18 de julio aumentar su producción en 400.000 barriles mensuales desde agosto y hasta que se eliminen los recortes restantes. La agencia advierte por lo tanto de que el mercado petrolero puede volver a registrar superávit en 2022 siempre y cuando la OPEP+ continúe disminuyendo sus recorte y los productores aumenten su oferta.