La pandemia del coronavirus ha afectado gravemente a empresas, trabajadores y autónomos por la incapacidad para poder trabajar a consecuencia de las medidas que se han decretado para frenar el avance del virus. Por ello, el Gobierno ha formulado normas y ayudas para proteger a los sectores más afectados, entre los que se encuentran los autónomos, que han podido optar a ayudas económicas y fiscales.
Desde el 14 de abril hasta el 14 de diciembre de 2020 se han destinado más de 4.600 millones de euros a autónomos por cese de actividad a los autónomos, concretamente un total de 4.624.212.538,56 euros según datos de las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social y órganos gestores de la prestación. A esta cantidad se suman otros 11.711.563,67 del Instituto Social de la Marina (ISM) a los trabajadores autónomos del Régimen Especial de Mar. Con estos fondos se ha conseguido proteger a más de 1,4 millones de estos trabajadores.
Más de la mitad de estos 4.600 millones de euros ha ido a parar a cuatro comunidades autónomas del territorio nacional. Andalucía, la que más recibe, con 818,2 millones de euros; seguida por Cataluña, con 775,8 millones; Madrid, con 614,9 millones; y la Comunidad Valenciana, con 515 millones.
“Que los autónomos españoles tengan derecho a una prestación salarial por no poder trabajar es una medida histórica en España, donde este sector nunca había recibido ayuda económica del Estado”, valora en declaraciones a ElPlural.com Miguel Ángel Heredia, senador socialista por Málaga. También resalta que el Gobierno de Pedro Sánchez ha tenido como prioridad en esta crisis “proteger a las personas y a los trabajadores, mientras que en la anterior crisis, la prioridad para el PP fue proteger a los bancos”.
Recientemente, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha llegado a un acuerdo con las principales asociaciones de autónomos para extender estas ayudas por cese de actividad hasta el 31 de mayo, lo que supone una tercera prórroga de la prestación. También se ha trabajado en la ampliación del bono eléctrico para pymes y autónomos, el aplazamiento del pago de impuestos o la puesta en marcha de líneas de avales del ICO para garantizar el acceso a la financiación necesaria para mantener la actividad y el empleo. Además de la suspensión hasta mayo de la subida de cuotas de autónomos y la rebaja del 75 al 50% las pérdidas para pedir la ayuda por cese de actividad.