Cristina Espinoza
Cristina Espinoza es periodista casi a su pesar y licenciada en Ciencias de la Información
Al principio fue la perplejidad, ¿quién coño dijo integración? ¿Quién habló de unidad tras las primarias? Después, sin preservativo, la indignación. Mi altocargo se dejó...
Las primarias y el culo del consejero cesado.- Y no desdoblamos género por dos razones: aprovechamiento energético y no nos sale del alma. El caso...
El chiste que más le gusta repetir a mi altocargo es el de las dos guiris catalanas (lo dice así, a modo de provocador pleonasmo...
Digámoslo ya: mi altocargo ha perdido siete apuestas, siete, con otros tantos próceres y alteregos. Toda la noche fue un crujir de wassap que ora...
Le he robado a Faulkner la mitad del título (desde 1989, Amanece que no es poco, todos hemos leído a Faulkner). Iba a escribir “Barrizal...
Como en el ingeniero de Bóll, mi altocargo y su amigo coleccionan silencios. La relación ha ido atravesando badenes y paraísos desde que se conocieron...
Tenemos al joven Alberto Garzón (Logroño, 1985) de bolos por las Españas explicando que prefiere ser comunista a ser de izquierdas y que ello no...
Fuimos mi altocargo y yo al hoyo 17 a detener el tiempo y lo conseguimos. Un sociata jugando al golf sólo puede significar dos cosas...
(Veinte de diciembre de 1973: vuelo procedente de Düsseldorf -los alemanes ponen nombres raritos, como los granaínos alpujarreños: Jorairátar, Mecina Alfahar, ahí te las compongas-...
Hubo un tiempo en que mi altocargo fue jaenero y, la verdad, todavía le quedan en el alma piedras lunares. La cosa empezó mal. Un...