El editorial de El Mundo trata de dar normalidad a la salida de Pedro J. del diario y habla de un "relevo con continuidad" . Los intentos de restar hierro al asunto reconociendo la valía del periodista y su importante papel en el periódico no cuadran con las graves acusaciones que lanza el propio Pedro J. (eso sí el grueso de las mismas sólo se puede seguir a través de la web del periódico en un vídeo de despedida en el culpa de su viacrucis sus cuatro horas con Bárcenas e, incluso, apunta contra el Rey). Como tampoco es coherente que, si tan claro tiene que Rajoy, sobre todo, y el Rey se han cobrado su cabeza, ¿cómo accede a seguir colaborando en el mismo periódico cuyos dueños se han plegado de esta manera a esa coacción? Él, tan amante de la libertad... Tampoco resulta convincente su pasividad frente a una simple "decisión empresarial". ¿De verdad piensa que todo va a ser igual?

Represaliado cuando dice la verdad
Raúl del Pozo, en su columna de la contraportada, reproduce lo que le dijo Pedro J. anteayer, en la antesala de su despido: "Los problemas que hemos tenido no han sido nunca por mentir". O sea, que le castigan por decir la verdad aunque le respetan su columna dominical... ¿para seguir diciendo la verdad? Sospechamos que no. Para eso le habrían dejado como estaba y se habrían ahorrado 20 millones de euros.

Bofetadas de Tertsch
Significativo el interés de ABC por relegar la noticia a la página 43 del diario. Como motivo de su cese hablan únicamente de la "profunda crisis financiera y de difusión". Hermann Tertsch se ensaña con el idolo caído y le da las primeras bofetadas: "Si Pedrojota Ramírez hubiera sido sustituible como director, cualquier empresa razonable lo habría echado hace muchos años", asegura en su columna habitual. En su opinión, su cese se debe únicamente a una decisión empresarial diga lo que diga el gran Pedro J. o "The one man show":

"Sería tan ridículo como mezquino negarle su extraordinario talento, su brillante obsesión por la profesión, su inmensa laboriosidad, su considerable cultura. Como sería iluso pensar que alguna vez ha tenido algún escrúpulo que le fuera obstáculo en sus fines. Ni otra moral que no fuera siempre armónica con la obtención en cada momento y situación de su beneficio personal. Es preocupante para todos su última gesta, de momento, que es irse tras haber impuesto una convicción general de que su abismal fracaso empresarial nada tiene que ver con su caída. Y que esta es únicamente una heroica inmolación del héroe con sus convicciones intactas, frente a la ofensiva de los poderosos dragones del maléfico sistema. Ni lo uno ni lo otro. Y pese a ello, hay que reconocer que inquieta tanta gente celebrando que una voz sea acallada"

Urbaneja ve una "tomadura de pelo" apelar a los resultados de la compañía...
Fernando González Urbaneja, en su columna en Larepublica.com, el digital de Pablo Sebastián, cree que apelar a resultados de la compañía para justificar el cese es "una excusa de mal pagador, no tiene pase" y el agradecimiento de la compañía a sus servicios una "tomadura de pelo":
Es evidente que por delante y por detrás del despido del director de El Mundo hay intereses políticos y varias venganzas. Del Rey abajo, pasando por Rajoy y Rubalcaba, son muchos los que hoy festejan lo ocurrido. Y eso es un dato que hay que retener porque no es solo Pedro J. la víctima de una conspiración que lleva mucho tiempo fraguándose y que ha tenido diversos muñidores con distintas versiones.

Urbaneja alerta de que el despido va más allá y supone un aviso a navegantes contundente. "El que se mueve no sale, el que no es razonablemente respetuoso con lo establecido pierde la posición". Lamenta que con este despido, el periodismo pierde y los políticos ganan "algo más de impunidad".
Ahora se abre una nueva etapa, más confortable para el poder político (y algunos otros). La ausencia de ministros en la última entrega de premios El Mundo se pone ahora en valor. Pero también aflora que entre periódicos y poderes políticos las concupiscencias se pagan, porque los intereses de ambos son contradictorios. La virtud está en saberlo y evitarlo, gestionarlo con distancia; el riesgo está en la cercanía, el sol abrasa a las mariposas que se acercan, seducidas por el brillo.

...y su sucesora en la APM calla ante esa tomadura de pelo
Llama la atención la manera en que su sucesora al frente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Carmen del Riego, ha evitado entrar en este debate. Preguntada al respecto en Los Desayunos de TVE, se ha limitado a contestar que no tenía nada que opinar sobre una cuestión empresarial. A su lado tenía a Victoria Prego, adjunta al director de El Mundo, quien, a pesar de ensalzar la figura de Pedro J. y lamentar su marcha, ha obviado escandalosamente referirse al debate abierto. Por supuesto, la presentadora María Casado no ha sacado a relucir los dimes y diretes y todo ha quedado en un simple cambio de la dirección del periódico.

Anson aventura que volverá...
A Luis María Anson, muy crítico con Rajoy, no le tocaba este viernes columna en El Mundo, pero sí habla de Pedro J. en su periódico digital para advertir a los periódicos de que volverá:
Se equivocan los políticos que han extendido el certificado de defunción de Pedrojota Ramírez. No conocen al personaje. Es un periodista de raza. Le acompaña la edad y en cuanto le sea posible pondrá en marcha un periódico para dar continuidad a la información contrastada y al ejercicio del contrapoder: elogiar al poder cuando el poder acierta; criticar al poder cuando el poder se equivoca; denunciar al poder cuando el poder abusa.

...y Carlos Salas también
El director de La Información.com, Carlos Salas, que trabajó durante diez años con Pedro J., también cree que volverá y en un medio digital, tal y como él mismo insinuó en un encuneto en El Confidencial.com:
"De modo que, a sus enemigos, les doy un consejo: pueden considerar esta tregua como unas mini vacaciones porque tarde o temprano Pedro J. va a volver.

No me lo imagino sentado en una hamaca de playa tomando un daiquiri, disfrutando de su indemnización de millones y leyendo las memorias de Fouché, el ministro del Interior de Napoleón.

Cuando Pedro J. se lance de nuevo, lo hará en internet y le sucederá lo mismo que cuando abrió su cuenta en Twitter: tendrá miles de visitas desde el primer día.

Es lo que tiene hacer periodismo de autor. Como Ferrá Adria, se retirará un tiempo de los fogones de la prensa. Pero luego volverá con más ideas y más incendiarias".