La Operación Enredadera fue uno de los culebrones de la corrupción del pasado verano que tuvo en vilo a todo el Ayuntamiento de León. Los pinchazos telefónicos desvelados por ElPlural.com implicaban de manera grave al alcalde, Antonio Silván, y sus principales colaboradores. Lejos de afectar a su candidatura en los comicios municipales, el PP de León renueva a los salpicados e incluso va más allá, al incluir a una exconcejala de Unión del Pueblo Leonés (UPL), Mónica Álvarez Manso, quien, para más inri, fue apoderada durante años en Agema, empresa del cabecilla de Enredadera, Ángel Luis García alias El Patatero.

La Operación Enredadera saltaba en pleno verano de 2018 con medio centenar de detenidos, entre los que estaban dos conocidos empresarios en Castilla y León: el magnate de la construcción y los medios de comunicación, José Luis Ulibarri, y Ángel Luis García, alias El Patatero, quien tenía una especial influencia en la provincia y la ciudad de León.

El Patatero fue uno de los principales detenidos de la trama, aunque antes que él cayó José Simón Callejo, el delegado de Agema. Esta constructora estaba en el centro de la trama, encargada de conseguir pequeñas obras, pero muy rentables: la pista de skate de Astorga, por 77.000 euros; parques infantiles, zonas verdes…

En esta empresa, entre los años 2012 y 2015, aparece Mónica Álvarez Manso con los cargos de “apoderado mancomunado” y “apoderado solidario”, acompañando a Ángel Luis García Martín, El Patatero, como Administrador único de la sociedad que fue epicentro de la Operación Enredadera. Este periódico ha preguntado al PP de León por las motivaciones para fichar a una exconcejala de una formación rival que, además, está vinculada a la empresa de la trama que tanto afectó a los populares en León. Fuentes populares aseguran que en Agema “trabajó como empleada y se desvinculó de la empresa cuando entró en el Ayuntamiento” como concejal de UPL.

Los enredos del PP en León

ElPlural.com desveló durante ese verano muchas de las conversaciones interceptadas por la Policía Nacional a los implicados, que habrían montado una enredadera de contactos para manipular contrataciones públicas a través de influencias en políticos del Partido Popular, en su mayoría, pero también de Ciudadanos y del PSOE.

El impacto de la trama corrupta implicó, por ejemplo, que Ulibarri se llevase 8,7 millones de un contrato para atender a ancianos dependientes dependencia que fue amañado gracias a “una mera operación matemática” de última hora. En total, dentro de la Operación Enredadera, la Policía investiga 15 contratos del Ayuntamiento de León por valor de 19 millones de euros. Y, sin embargo, los tres principales salpicados por la trama -aunque no imputados- el alcalde y sus dos principales concejales, repiten en las listas electorales y en puestos destacados.

“No me jodas, que lo arreglen”

Una de las grabaciones más escandalosas es la que registró al propio alcalde de León, Antonio Silván, filtrando a Ulibarri información privilegiada y en directo de la apertura de sobres en una mesa de contratación. Las malas noticias para Ulibarri fueron contestadas por el empresario con un tajante: “No me jodas, que lo arreglen”.

Las conversaciones también salpicaron al número dos del alcalde, Fernando Salguero, al que se llegó a considerar el Plan B si había que dejar caer a Silván ante el tamaño del escándalo, ante la amenaza de moción de censura del PSOE, que el PP salvó in extremis gracias a Ciudadanos. Según la Fiscalía, Salguero habría dado “información privilegiada” a dos miembros de GESPOL, la empresa implicada en la trama que intentaba colocar en los Ayuntamientos sus servicios de gestión de radares y semáforos.

“Me va a chupar la polla”

En concreto, según las grabaciones hechas, Salguero se habría reunido con los empresarios en el Ayuntamiento de León, a donde habrían entrado “por una puerta trasera” y un “ascensor privado”. Allí, el concejal se habría comprometido a que “hablará con Leticia que es la que ha hecho el pliego”. La entrega percibida por el concejal hace que uno de los empresarios diga en su conversación telefónica intervenida lo siguiente: “Has visto, me va a chupar la polla”.

Siguiendo el escalafón, encontramos a Margarita Torres, número tres en el Ayuntamiento, a la que también afectó la trama, cuando ElPlural.com desveló en exclusiva la grabación a El Patatero con un procurador de Unión del Pueblo Leonés donde planeaban traer a León varias facultades de la Universidad Católica de Murcia. En dicha charla, el empresario presumía de que Torre, concejala de Cultura, “bajó un día a Murcia” a entrevistarse con el presidente de este centro privado.

Después, en público, Torres defendería el proyecto con el argumento de que generaría “empleo y riqueza, y no podemos cerrar la puerta a empresas”. En frente, toda la sociedad educativa local, con el rector de la Universidad de León al frente, Francisco García, quien alegó que no se oponía a la llegada de nuevas universidades, "sino solo de las malas". Y el Colegio de Dentistas de León, el Colegio Oficial de Enfermería de León, el sindicato Satse, la Facultad de Ciencias de la Salud y el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León, que firmaron un comunicado conjunto denunciando que el plan “sólo generará más paro en el sector y precariedad en el empleo”.