El portavoz de los socialistas, Luis Tudanca, abría el pleno de este martes con una pregunta para el presidente Mañueco en la que le interpelaba si asumiría las advertencias de la ONU respecto a la proposición de Ley de Concordia de Castilla y León, pero se ha encontrado con acusaciones de “bulos” y “fango” y la insinuación de que el informe de los relatores de la ONU fue encargado por el propio Pedro Sánchez.
Alfonso Fernández Mañueco no dudó en desestimar el valor de las contundentes llamadas de atención contra esas normas en proceso en varias autonomías españolas, entre ellas la castellana y leonesa, y rechazó la mano tendida de Tudanca para “volver a la derecha civilizada”, romper con Vox y aprobar una Ley de Memoria Democrática “que cumpla con todas las garantías de los tratados internacionales y los derechos humanos”.
Bulos y fango
Lejos de eso, Mañueco contraatacó acusando al secretario general del PSOE de “leer lo que le ha escrito Ferraz” y afirmó que “de los dueños de los bulos y el fango sólo pueden esperarse bulos y fango”.
El presidente del Gobierno autonómico achacó al Partido Socialista ser amigo de “relatores como los salvadoreños que van a Ginebra a entrevistarse con Puigdemont, que van a actos de Esquerra Republicana de Cataluña o que participan en actos de Bildu”, y subrayó que “hasta la propia ONU ha dicho que esos relatores no forman parte de su organización ni expresan su opinión” y acusó a Tudanca de sobreactuación e “indignación impostada” para “tapar sus escándalos y las miserias que les ahogan”.
“Varapalo histórico”
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista describió el contenido de los informes de los relatores de Naciones Unidas como un “varapalo histórico” que jamás había recibido la comunidad autónoma, si bien recordó también las advertencias de la Organización Internacional del Trabajo por los ataques de la ultraderecha desde la Consejería de Empleo de la Junta a los sindicatos y el diálogo social. “Ustedes lo de los organismos independientes lo llevan regular”, señaló Tudanca.
“Nunca antes en la historia de Castilla y León había recibido el gobierno autonómico una advertencia así de la ONU. Lo ha hecho el relator especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición de la ONU. Lo ha hecho la relatora del grupo de trabajo sobre las desapariciones forzosas o involuntarias de la ONU y lo ha hecho el relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias de la ONU”, recordó.
“Tuvo oportunidad de gobernar sin vox, pero eligió hacerlo”, continuó, para indicarle que “puede volver al redil, a la derecha civilizada del señor Ruiz Medrano, del señor Herrera. Puede volver también de la mano del PSOE. Elija usted”.
La dureza del informe
El informe de Naciones Unidas señala que el proyecto de Ley de Concordia “invisibilizaría las graves vulneraciones de derechos humanos cometidos durante la dictadura franquista; no facilitaría la participación ni otorgaría un rol consultativo a organizaciones de víctimas, instituciones de la sociedad civil, ni reconoce el otorgamiento de subvenciones en el ámbito de la memoria histórica y podría obstaculizar el derecho a la verdad por parte de las víctimas”.
Tudanca subrayó la gravedad y la dureza de esas advertencias que hablan de incumplimiento de los derechos humanos de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición”.
Tampoco dejó pasar la ocasión de recordar que la declaración de Bien de Interés Cultural de la Pirámide de los Italianos, el monumento franquista de Burgos que salvó del derribo la Consejería de Cultura de Vox, se basó en un informe de una institución de la que forma parte el propio consejero de Cultura, Gonzalo Santonja (“¡qué casualidad!”, ironizó), dirigida por René Jesús Payo, quien casi a la vez que se emitía el informe favorable era “obsequiado” por la Junta con el Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades.
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