Como viene siendo la tónica habitual, en el pleno de este jueves en la Asamblea de Madrid ha imperado la confrontación política entre el Gobierno del Partido Popular y la oposición de izquierdas. En esta ocasión, se ha debido a que Isabel Díaz Ayuso ha llegado a acusar, falsamente, a Más Madrid de haber enviado a su domicilio personal “un activista” a modo de presión.
“Ya me mandó un activista a casa. ¿No le informó qué piso vivo? Muy mal se organizan ustedes. Ya hablaremos algún día de eso, porque mandaron a un técnico de su partido”, ha llegado a defender. Sin quedarse en este punto, la principal dirigente del Ejecutivo de la Puerta del Sol ha preguntado al principal partido de la oposición si “había una escalera de Hogwarts que subía a algún ático secreto”, en clara seña de ironía y crítica por la petición de explicaciones de Más Madrid sobre el inmueble propiedad de su novio, Alberto González Amador.
Unas palabras que la formación de Manuela Bergerot no ha dejado pasar por alto ni en clave política ni parlamentaria, por lo que han intermediado con una clara réplica a estas declaraciones y, a su vez, han interpuesto medidas en la Cámara de Vallecas.
Más Madrid presenta una queja
Además, de considerar que esta mecánica es “una distracción más de Ayuso para no dar explicaciones (…) y contar a los madrileños por qué disfruta de un ático de un millón de euros que nadie sabe quién ha pagado”, y añadiendo que la presidenta ha difundido “el primer bulo de este tipo”, han interpuesto una queja en la Asamblea para que se tomen actuaciones parlamentarias ante lo sucedido.
Así las cosas, Bergerot ha trasladado “una queja formal” a la presidencia de la Cámara regional al considerar que la lideresa popular “ha faltado al respeto, dignidad y decoro” de su formación; una acusación que ha esgrimido, según han denunciado, “sin ninguna prueba de un presunto delito de allanamiento de morada” y de “haber enviado a una persona que, mediante engaño, se habría personado en su domicilio haciéndose pasar por un técnico de averías”.
Bajo esta premisa, desde Más Madrid tachan de “inadmisible y antidemocrático” que Ayuso “vierta acusaciones tan graves sobre el Grupo Parlamentario líder de la oposición”. Así, y en virtud de lo que reza el artículo 136 del Reglamento de la Asamblea de Madrid, se insta a que la presidenta regional “retire las palabras proferidas y manifieste una disculpa pública” a los de Bergerot ante sus “graves e infundadas acusaciones”.
El piso de Chamberí que comparten Ayuso y González Amador
Para entender el contexto de estas acusaciones, la presidenta madrileña vive desde hace tiempo con su pareja sentimental, Alberto González Amador, en un piso del distrito Chamberí, inmueble en el que su propietario realizó una obra interna pese a que sobre el mismo pesaban hasta dos órdenes de cese inmediato por parte del Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida.
Ante ello, cabe recordar que, en el plano municipal, Más Madrid, por parte de Rita Maestre, presentó en marzo de 2024 una denuncia por infracción urbanística y, dos meses más tarde, una inspectora municipal visitó el piso en cuestión y comprobó que se realizó la reforma sin licencia, incumpliendo las órdenes de paralización. Tras el informe técnico, la Junta de Chamberí emitió una orden de legalización, brindándole dos meses al novio de Ayuso de plazo para obtener la licencia necesaria.
Ya en diciembre, el dirigente de Cibeles dijo que el procedimiento ya “concluyó” y que sus técnicos tan sólo detectaron una colocación irregular de dos aparatos de aire acondicionado. Una versión que no casó con la oposición y Más Madrid presentó una solicitud de entrega de la “copia íntegra” del expediente y, cuando la recibieron con las respuestas, se rezaba que este proceso quedó paralizado a la espera de la resolución del recurso del Juzgado número 14 de lo contencioso-administrativo.
Una causa que coincide prácticamente en tiempo y forma con la investigación judicial que se cierne sobre González Amador, ya cuádruple, por presuntos delitos de doble fraude fiscal, falsedad documental, corrupción en los negocios y administración desleal. Un procedimiento que aún sigue abierto en un juzgado de Madrid.