Después de que la semana pasada confirmase su dimisión como secretario general y portavoz parlamentario del PSOE de Madrid, así como tras su declaración ante el Tribunal Supremo bajo el marco de la investigación sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso, Juan Lobato ha confirmado este lunes que seguirá como diputado en la Asamblea regional para seguir aportando "su experiencia" al grupo parlamentario.
"Su actividad va a seguir", ha resumido así Jesús Celada, nuevo portavoz de los socialistas en la Cámara de Vallecas, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces que se ha centrado en los efectos de la dimisión de Lobato la pasada semana. "Ha estado muchos años en primera fila de la política, con el desgaste que eso supone, y dando la cara, y evidentemente no creo que Juan Lobato, pues no decida participar en los plenos", ha remarcado Celada, quien ha reconocido que los "ánimos del grupo están bajos" tras un momento de "tensión alta".
Su movimiento ha sido de las pocas decisiones que se han tomado tras la salida de Lobato, al margen de resituar al exsecretario general de la primera fila de la bancada socialista a la segunda, justo detrás de Celada.
El resto, según ha informado el nuevo portavoz, corresponderá a la nueva Ejecutiva regional que surja del proceso de Primarias y que, de seguirse el calendario pactado por Lobato y Ferraz, llegará con el Congreso Regional del 1 y 2 de febrero.
Lobato, de dimitir como líder del PSOE-M a declarar ante el Supremo
Fue el pasado 27 de noviembre cuando, tras salir a la luz que registró ante notario los mensajes de WhatsApp que intercambió con la jefa de gabinete del ministro Óscar López, Pilar Sánchez Acera, sobre el caso judicial que rodea al novio de la presidenta madrileña, Alberto González Amador, investigado por presunto doble fraude fiscal. Entonces, a través de una misiva, Lobato expresó y confirmó su decisión de no seguir al frente ni de la secretaria general del PSOE madrileño ni de la portavocía parlamentaria.
“Lo hago para poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave que se estaba generando en el partido, que sólo iba a dañar al PSOE en Madrid y a los avances en la unidad que habíamos conseguido en estos tres años. (…) Yo no creo en la destrucción del adversario, en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente. Insisto: para mí la política es otra cosa”, expresó en parte de su carta.
Tan sólo dos días más tarde, acudió a declarar al Tribunal Supremo por esta misma causa, donde presentó el vuelco de su teléfono móvil con estas informaciones y mensajes para someterse al veredicto de la justicia. A su salida del Alto Tribunal, esgrimió unas breves palabras ante los medios de comunicación: "Todo contestado y acreditado. Me han propuesto si voluntariamente quería poder a disposición el teléfono móvil, he dicho que sí y, nada, van a hacer un volcado-análisis, pero bueno, ya sabéis que los socialistas siempre la verdad y la ley por delante".