Los vecinos de la Unidad de Viviendas de Absorción (UVA) de Hortaleza lamentan muchos de ellos poder quedarse sin casa más pronto que tarde. Pero además del riesgo de desahucio muestran un profundo malestar por otras cuestiones relativas al barrio, siendo la más preocupante la limpieza de sus calles y los estados de varios de los hogares.

Diego Palencia es miembro de una asociación vecinal de Hortaleza y afea a Comunidad y Ayuntamiento a cada cual su competencia. Así las cosas, sobre el segundo de los aspectos asegura que el Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida les tiene totalmente abandonados a su suerte, y lo ejemplifica con casos muy concretos: “Hay una señora que tiene 92 años y que vive literalmente encima de una fosa séptica porque las aguas fecales salen por debajo de su casa (…) No es algo que nos inventemos, es que abres la puerta y está ahí”.

En la misma línea, asegura que “la cantidad de ratas que hay es increíble” o que los alumnos de la escuela van al colegio y “al menos dos veces al día” entre alcantarillas. “Los niños no tienen por qué ir al colegio oliendo y viendo ciertas cosas”, indica en declaraciones a ElPlural.com.

Quienes viven en la UVA de este distrito se mantienen al pie de cañón tras una vida enfrentándose a un sinfín de promesas incumplidas en esta materia. La base de la problemática viene de muy atrás; aunque a ella le han seguido un sinfín de intentos de acuerdo para realojos, obras que nunca se produjeron o situaciones controvertidas a pesar de los innumerables esfuerzos ciudadanos por acordar leyes que les dotaran de seguridad para, en definitiva, quedarse con sus casas.

En concreto, todo empieza en 1963 con una reorganización urbana fruto de una expropiación, pero los dolores de cabeza para los vecinos no han parado desde entonces. Las voces autorizadas denuncian los constantes desplantes de la derecha ya en democracia. “Criticamos la actuación del PP porque es el que ha gobernado siempre en Madrid”, dice la voz vecinal que habla para estas líneas, tratando de evidenciar que esto no va de una cuestión de colores, sino de justicia.

La cuestión reside en que las viviendas que en su día adquirieron los padres o abuelos de las personas que ahora las habitan pasaron a ser de Vivienda Social, lo que en la práctica se traduce que quienes viven en ellas tengan que cumplir ciertos requisitos que tienen que ver, por ejemplo, con los niveles de renta.

"Tendríamos que dejar de trabajar"

“No podemos cumplirla prácticamente nadie del barrio (…) porque nos piden unos ingresos que no tenemos”, explica Palencia. “Por suerte, los hijos o nietos de aquellas personas han estudiado, trabajado, montado negocios… A mí mismo me pasa”, añade, llegando a decir que “tendría que dejar de trabajar” para respetar la ley.

En cuanto a lo que tiene que ver con la disposición de los pisos, la principal voz de estas líneas explica que es ya en la década de los 90 cuando se estiman las condiciones de remodelación de la zona mediante un decreto que se ha ido modificando con el transcurso del tiempo hasta dejarlo sin validez. “Y además nos obligan a firmar un documento con el renunciamos a cualquier reclamación legal que pudiéramos presentar contra la Comunidad de Madrid”, acentúan.

Por otro lado, una de las soluciones que plantea la región madrileña pasa por realojar a las familias pero en pisos que para nada se ajusta a sus necesidades. En este momento, hay 36 familias que están pendientes de realojo y muchas de ellas se encuentran además en riesgo de desahucio en un escenario en el que a algunos vecinos “se les permitió comprar la vivienda y a otros no” (sobre estos segundos, recuerdan las voces que critican la situación, pesa el motivo económico).

"Si les gusta bien, y si no les tira la casa abajo"

Sea como fuere, la fuente que habla con este medio lanza una pregunta muy directa para esclarecer esto: “¿Cómo se va a ir una familia de seis miembros a una casa con dos habitaciones?”. En caso de negarse, la Comunidad de Madrid “les tira la casa abajo”.

Mientras llega -esperan- una solución, Más Madrid afea a que el PP se siga poniendo de frente. Manuela Bergerot, portavoz de la formación en la Asamblea, asegura que la derecha “cree que las familias valen menos que las del Barrio de Salamanca”.

“La gente está viviendo bajo las falsas promesas del PP que, lejos de consolidar los derechos de propiedad y evitar que se deterioren estos edificios, termina por expulsar a las familias para llevar a cabo su tan característica especulación inmobiliaria”, indica. “no solo no garantizan el derecho a la Vivienda, es que viven solo para los rentistas y los fondos buitre”. Sobre la limpieza, Más Madrid ha llevado a la Junta la petición para que aumente la frecuencia de la limpieza.

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