La Comunidad de Madrid ha reconocido la ruptura de “toda relación institucional” con el Gobierno de España y ha decido no invitar a ninguno de sus miembros a los actos conmemorativos del Dos de Mayo, festividad de la autonomía. La líder regional, Isabel Díaz Ayuso, continúa así saltándose todo tipo de protocolo y exhibiendo un nacionalismo confrontativo que no se ve en el país desde el año 2017, cuando las relaciones entre las instituciones catalanas y españolas atravesaban su momento de mayor tensión por el proceso de independencia.  

El respeto a las formas y la institución son características que la baronesa del Partido Popular (PP) reclama a todos los responsables políticos, pero que reniega de practicar. La última salida del tiesto de Ayuso ha sido justificada desde la Puerta del Sol aludiendo a una jura de bandera en el municipio madrileño Alcobendas y a la parada militar del Dos de Mayo. En ambos actos, la mandataria autonómica quería ser la protagonista y decidir el papel de las Fuerzas Armadas, pero desde el Ministerio de Defensa han puesto freno.

La cartera liderada por Margarita Robles trasladó hace más de una semana al Ejecutivo regional que el Ejercito “va a estar presente en los actos militares” que se celebren durante la festividad madrileña, fecha además en la que la ministra se encontrará de viaje oficial en Letonia. Los militares si estarán presentes en el homenaje a los caídos en el cementerio de La Florida, pero no lo hará en los actos civiles, al considerar el Ministerio que “no es lugar del Ejército”.

“Pasar revista con un pasodoble en un acto militar quizá no sea lo más recomendable", concluía el departamento su explicación. Sin embargo, Ayuso no ha aceptado todavía esta decisión, que considera "sectaria y discriminatoria” y un “castigo a todos y cada uno de los madrileños”, de la que responsabiliza directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Me da más que viene por arriba”, ha deslizado la mandataria madrileña, que ha decidido responder no invitando a ningún miembro del Gobierno central a las celebraciones.

Jura de bandera

El choque protagonizado por ambas administraciones es diario, pero estas últimas semanas ha tenido como caracterización el ámbito militar. A la parada militar del Día de la Comunidad de Madrid se le ha sumado un acto de jura de bandera de civiles en el municipio de Alcobendas, que se celebrará este sábado y que la alcaldesa del PP, Rocío García Alcántara, pretendía que presidiese su jefa de partido. No obstante, desde Defensa han recordado que estos actos acostumbran a estar presididos por un general y la máximo autoridad civil del municipio.

"No es bueno crear polémicas artificiales", ha reclamado Robles, que ha garantizado que “será un honor recibir en calidad de invitada a la presidenta de la Comunidad de Madrid o a cualquiera que quiera asistir a una jura de bandera". Sin embargo, la intención en la Puerta del Solo no era que la líder madrileña acudiese como mera invitada, aunque aseguran que “la presidenta acudirá” a pesar de que valoran negativamente el pronunciamiento del Ministerio sobre el evento organizado por la Brigada XII (BRI XII).

El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, ha defendido que el Gobierno regional tiene que estar en los sitios en los que le corresponde y, en este caso, se trata de un evento en el que no hay que buscar "polémicas estériles”. "Entiendo que quieren encontrar un espacio para enfangar el terreno del juego. Nosotros no estamos en eso, nosotros estamos en construir, nosotros estamos en este caso junto con la alcaldesa de Alcobendas en poder celebrar junto con las Fuerzas Armadas algo que es muy importante”, ha añadido.

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