Isabel Díaz Ayuso se ha alzado en los últimos años como la voz cantante y figura política que lidera, en la dialéctica, la oposición al Gobierno central de Pedro Sánchez, incluso más allá que el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo y por delante de Vox. Son muchos y dispares los temas en los que la lideresa madrileña ha entrado, directa o indirectamente, en el debate político en sus seis años de mandato y hasta tres legislaturas consecutivas.
Desde los acontecimientos más recientes, destacando su postura ante la Vuelta Ciclista con el telón de fondo de la masacre en Gaza, hasta, retrocediendo más en el tiempo, su papel en el tablero político ante hechos como la salida de Pablo Casado de las filas de Génova o cómo ha ido trazando su estrategia política hasta la fecha, Díaz Ayuso ha copado titulares, alusiones fuera y dentro de la Comunidad de Madrid y se ha erigido como figura de confrontación con Moncloa por diversas causas. Desde que ascendió al mando del Ejecutivo de la Puerta del Sol en 2019 hasta la fecha, Díaz Ayuso ha ido ganando terreno dialéctico tanto dentro de las fronteras madrileñas como fuera en clave de crítica a Sánchez. Práctica que se debe a su trabajo conjunto con su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, y que ha ido extendiendo a lo largo de los años.
Con el choque directo con Moncloa de la mano de Rodríguez, Ayuso se valió para ascender, a su vez, con peso relevante en las filas del PP, incluso marcando el paso de decisiones de calado que, entre otros ejemplos, declinaron en la salida de Pablo Casado de la dirección de Génova en febrero de 2022 y el consiguiente ascenso de Núñez Feijóo, a quien también ha influido en cuestiones decisivas, sin ir más lejos, en su ausencia en la apertura del Año Judicial a principios de este mes de septiembre para asistir a un mitin del partido en Madrid en la que las críticas vertidas contra el Gobierno de Sánchez estuvieron a la orden del día.
Del ‘me gusta la fruta’ al “totalitarismo” de Sánchez
Quizás este balance del mandato de Ayuso se entiende mejor acudiendo a la hemeroteca de la confrontación verbal que ha ido escalando posiciones en los últimos años. El ya lema reconocido en el PP madrileño y de todo el país, el ‘me gusta la fruta’, se alzó en 2023 hasta la fecha como una herramienta de ataque hacia Sánchez que ha borrado la línea roja del insulto en el tablero político.
La frase que camufló el “hijo de puta” que pronunció desde el Congreso cuando el presidente del Gobierno aludió a las mordidas en contratos de su hermano durante la pandemia llegó a ser un mantra que el PP ha ido utilizando en su propia defensa y estrategia política. A ello, se suman otras frases ya célebres en la derecha como el “Que te vote Txapote”, también muy utilizada por los sectores ultra.
Sin embargo, en lo que concierne expresamente a la figura de Ayuso, son innumerables las descalificaciones que ha empleado contra el mandatario de Moncloa, llegando a hablar de “régimen totalitario, bolivariano y comunista” en incontables declaraciones, además de referirse a Sánchez como un “tirano”, “mafioso”, “dictador” o, más recientemente, “animador de la kale borroka”.
Sí a las manifestaciones contra Sánchez en el Madrid de Ayuso
En otro orden de ideas, y en cuanto a la gestión política en la región madrileña, Ayuso ha dado banda ancha en los últimos años a la convocatoria de protestas que iban en contra del Gobierno central; pero, en cambio, ha vetado otras que se inclinaban en favor de Sánchez.
Cabe retroceder a mayo de 2020 cuando, en plena pandemia de coronavirus, se permitieron las caceroladas en el barrio de Salamanca que clamaban en contra del confinamiento y otras medidas del Gobierno para frenar la crisis sanitaria. Momento en el que la propia Ayuso alentó las manifestaciones: “No pueden salir a manifestarse libremente, aunque sea un ratito por las tardes en su propia calle. Están aprovechando para imponer un mando único dictatorial”, lamentó entonces.
Situación completamente distinta a la esgrimida el pasado fin de semana durante la etapa final de La Vuelta en Madrid, cuando Ayuso llegó a aludir a los atentados de Sarajevo previos a la Primera Guerra Mundial y revivió a la “kale borroka” aludiendo a los manifestantes pacíficos propalestinos que hicieron suspender el evento deportivo en el que participaba un equipo de Israel acusando al Gobierno de Sánchez de potenciar actos violentos.
Begoña y Koldo, en la diana; pero su novio un ciudadano "particular"
La dirigente madrileña también ha tenido en su foco a la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y a Koldo García, por los procedimientos judiciales que se están celebrando contra ellos. No obstante, de los procedimientos por fraude fiscal y otros delitos que se le atribuyen a su pareja, el empresario Alberto González Amador, Ayuso ha señalado en repetidas ocasiones que se trata de una "persecución a un ciudadano particular" y que todo tiene por objetivo hacerla caer y dañar su reputación.
"El primer fiscal general de la historia de España imputado por obedecer a las obsesiones del presidente del Gobierno conmigo. Pero, como no lo ven delito, porque como todo vale contra el adversario político, no ven dónde están los límites, ¡pero esto es un desastre para España!: primero, porque todos los poderes del Estado han actuado contra un ciudadano particular al que ya han vulnerado su derecho a la defensa y al que, sí, ya han condenado política y mediáticamente con un escarnio desde hace un año y a él cada día nadie le defiende. Son ustedes unos mañosos y unos estalinistas trabajando contra el adversario, algo que aquí jamás haríamos con sus familiares", expresó Ayuso sobre su pareja, recalcando su carácter de ciudadano de a pie, a pesar de haber cometido varios delitos por valor económico millonario y de haber instigado, por contra, los ataques contra la mujer de Pedro Sánchez.
Defensa de Ucrania e Israel, distancias con Palestina
Otro punto que llama la atención del argumentario de la lideresa madrileña es su doble vara de medir con la guerra de Ucrania y el genocidio palestino. Cuando estalló el conflicto en Europa Oriental, la dirigente del PP se apresuró a condenar los ataques rusos sobre el territorio de la nación dirigida por Zelenski, se solidarizó con el pueblo ucraniano e incluso emprendió medidas desde el Gobierno autonómico para ayudar a los refugiados y concienciar a la población de la gravedad del conflicto.
No obstante, la posición con Palestina está siendo completamente diferente: a pesar de que existe un consenso cada vez más claro en la comunidad internacional para denominar lo que está ocurriendo en la franja de Gaza como un genocidio perpetrado por el ente sionista, Ayuso y otros líderes del PP han optado por jugar a la provocación negando que sea un genocidio y defendiendo a ultranza los intereses israelíes. Aunque no es tanto una provocación como pueda parecer, sino que existen intereses reales.
El programa Mañaneros 360 sometió a análisis el apoyo incondicional de Ayuso a Israel, y sacó varias conclusiones, como que numerosas empresas de origen israelí que tienen importantes inversiones en vivienda y otros sectores en la capital reciben subvenciones de comunidades gobernadas por el PP y mantienen estrechos lazos con el madrileño en concreto. El empresario David Hatchwell es la piedra angular de este entramado, uno de los mayores inversores inmobiliarios de Madrid y dueño de otros negocios como la multinacional EXCEM, especializada en ciberseguridad e intermediaria utilizada para adquirir el software Pegasus, con el que se infectaron los teléfonos de Pedro Sánchez y varios ministros. Así, el apoyo de Ayuso a Israel va más allá de provocaciones o de llevarle la contraria al Ejecutivo central, sino que existen intereses económicos muy grandes tras su beneplácito.
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— Mónica García (@Monica_Garcia_G) September 18, 2025
Críticas a la nueva TVE pero absoluto control de Telemadrid
El pasado 1 de junio, Ayuso dijo que RTVE era un canal "chavista" y al servicio del Gobierno de Pedro Sánchez, llegando a llamar al ente público "la prensa del régimen". "Emprenden campañas de desprestigio. Toda la prensa del régimen está organizada para dedicarle más minutos a quienes nos rodean que a la guerra de Ucrania, que está ahí y no se cuenta. ¿Cuántas empresas privadas están haciendo negocio mientras hunden la calidad y las audiencias de todo? No hay contenidos para los niños. No hay contenido de calidad. Están a la polarización de todo. Siento vergüenza como periodista", opinó. Ayuso obtuvo su título de periodista en la Universidad Complutense de Madrid, institución que la nombró alumna ilustre y que recibió un sinfín de críticas por hacerlo.
Llama la atención, además, que Ayuso se pronuncie en tales términos sobre RTVE cuando su actual presidente, José Pablo López, también dirigió Telemadrid gracias a un acuerdo entre PP, Ciudadanos y PSOE cuando Ayuso era la portavoz del PP de estos asuntos en 2016 y, en aquel momento, cuando López fue elegido para la autonómica, dijo de él que era el candidato idóneo y defendió el proceso abierto e independiente de su nombramiento. A su vez, cuando tomó el poder por segunda vez con su primera mayoría absoluta en 2021, una de las primeras medidas tomadas por el Ejecutivo madrileño fue reformar la cadena autonómica para establecer un mayor control sobre su dirección y programación, con unos cambios que terminaron implicando el cese de López.