Por más que se empeñe el Partido Popular (PP) y su líder, Alberto Núñez Feijóo, no parece que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esté por la labor de disolver las Cortes Generales y convocar unas elecciones nacionales próximamente. Antes de la batalla principal, el ciclo electoral enfrentará pugnas territoriales importantes que servirán de anticipo de lo que puede pasar en 2027, pero sobre todo marcarán los próximos cuatro años en algunas Comunidades Autónomas (CCAA). Castilla y León será el primer escenario y protagonista, el 15 de marzo de 2026, de su propio futuro.

Incendios y corrupción

El panorama en las tierras castellanas y leonesas está más cambiante y apretado que nunca. Los incendios que asolaron gran parte de territorio este verano han dejado al Gobierno de Alfonso Fernández-Mañueco en una situación muy delicada. El principal señalado por lo que algunos consideran una dejación de la competencia autonómica de prevención, cuidado y protección forestal, tiene muchos frentes abiertos por el abandono y la decadencia de los servicios públicos, entre ellos el de los bomberos forestales, cuerpo autonómico partido en múltiples concesiones privadas y más precario del país.

La corrupción también amenaza las aspiraciones del actual presidente, que se enfrenta al inicio del juicio de la trama eólica. El mayor caso de corrupción de la historia de Castilla y León, desarrollado entre 2000 y 2015 con el Partido Popular (PP) al mando de la Junta y Mañueco como consejero de Justicia e Interior y de Presidencia, implica a 16 personas por delitos de delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, extorsión y contra la Hacienda Pública y estudia un posible reparto de mordidas de hasta 75 millones de euros.

La Justicia investiga la supuesta imposición que hacía la Junta a las empresas eléctricas interesadas en instalar parques eólicos de asociarse con empresas locales, a las que pedía la participación de un 40% de la sociedad a la que otorgaría la licencia de instalación. Por aquel entonces, Mañueco era, como consejero de la Presidencia, el máximo responsable de los delegados territoriales, cuyos responsables de Medio Ambiente y Economía se sospecha que eran conscientes del proceder de la tramitación de los parques eólicos. Además, el actual portavoz de la Junta, Carlos Fernández, era consejero de Hacienda por aquel entonces.

Las encuestas y la amenaza de la ultraderecha

Los problemas para le barón del PP también se encuentran en el terreno demográfico. El ascenso meteórico de la extrema derecha a nivel nacional podría replicarse en Castilla y León, donde ya formó parte del Gobierno durante unos años. Por su izquierda, los socialistas también toman aire gracias a las fallas de Mañueco, persiguiendo ser la primera fuerza, aunque con una mayor complicación de cara a poder conformar un Ejecutivo.

Las últimas encuestas disponibles se realizaron en los momentos previos al verano, por lo que la grandes crisis que ahora están desangrando a Mañueco aún no había sido recogidas. Sin embargo, ya en estas perdía terreno el PP. El sondeo publicado por Sigma Dos a mediados de junio otorgaba al PP un 36,7% y 36 escaños de los 81, quedándose así a cinco de la mayoría absoluta. A su derecha, Vox aparece con el 13,2% y 8 representantes, lo que dejaría en tan solo 4 escaños la continuidad del actual Gobierno.

El PSOE se destaca como perseguidor con un 30,1% y 28 escaños, reforzado por la izquierda por el casi 8% de Podemos, que le otorgaría a los morados tan solo 3 escaños. A parte, los tres partidos regionalistas conseguirían mantener su representación en el Parlamento. Unión del Pueblo Leones (UPL) mantendría los 3 sillones con un 4,9%, seguido de Soria ¡YA!, que con tan solo un 0,9% obtendría 2 escaños. En último lugar aparecería Por Ávila, manteniendo su único asiento con un 0,5%.

No obstante, han transcurrido tres meses desde que se realizó esta encuesta y muchas cosas de relevancia han sucedido en Castilla y León. Mañueco se enfrenta ahora lastrado a una carrera en la que sus perseguidores aprietan el ritmo, conocedores de que el líder de las encuestas empieza a perder fuelle. Medio año queda para que comience la campaña y se resuelva la ecuación, pero hasta entonces, la batalla que inaugurará la guerra electoral dará mucho que hablar, calentando los motores de las naves nacionales.

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