El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha retractado este jueves después de haber comprado el marco de Vox sobre el aborto amparando para ello un supuesto síndrome que carece de base científica.
En concreto, el Ayuntamiento de la ciudad aprobaba esta semana a instancias de la ultraderecha una proposición para establecer como obligatorio informar “de manera verbal y escrita, permanente y visible” a las mujeres que quisieran interrumpir su embarazo sobre el ‘síndrome post-aborto’ -un síndrome que no está reconocido por la ciencia- en los centros de carácter público. Además, obligaba a que esta información quedara incluida en los portales oficiales de los distintos organismos, en cartelería y en folletería de los ámbitos mencionados.
“No es una categoría científica reconocida”
Para Vox, se trata de un asunto “conscientemente ocultado, especialmente en España”, pero lo cierto es que no se habla de ello porque no está demostrado y carece de base justificable. Este jueves, el propio edil lo ha reconocido. “No es una categoría científica reconocida”, ha indicado.
En la nueva versión del máximo responsable del equipo municipal tampoco existe ya la obligación de informar a las mujeres. Por el contrario, expone que a partir de ahora “se va a poner a disposición de una mujer que se va a someter a una intervención quirúrgica, en este caso un aborto, si quiere disponer de esa información”. Sin embargo, sigue sin reconocer la información a la que apunta, porque si reconoce que el síndrome no existe, tampoco debería existir información sobre él.
El dirigente ‘popular’ ha estimado que “nadie duda de que las mujeres tienen la madurez para recibir aquella información que ellas estimen adecuada”: “No se va a obligar a ninguna mujer a recibir información por parte del Ayuntamiento de Madrid”.
En este sentido, el alcalde también ha indicado que la información que se podrá aportar a las mujeres que quieran en ningún caso “se va a determinar por Vox” sino que vendrá determinada por “los profesionales del Ayuntamiento de Madrid” defendiendo que “tenemos un extraordinario equipo de profesionales en el Ayuntamiento de Madrid que no le van a dar ningún tipo de información falsa a la mujer”. “No se puede dudar de los profesionales que tenemos en el Ayuntamiento de Madrid”, ha refrendado.
Una farsa
El supuesto trastorno al que el PP aprobó con Vox obedece a una farsa. Se trata de un supuesto trastorno quo no tiene ninguna evidencia científica y que, no obstante, usan con frecuencia grupos ultracatólicos -de hecho, en las últimas horas los obispos han defendido su existencia- en su particular cruzada contra este derecho adquirido.
“Es tan fácil como decir que el Ayuntamiento de Madrid únicamente quiere poner a disposición de las mujeres información relativa a las eventuales consecuencias del aborto como intervención quirúrgica que es. Y esa información no la va a dar Vox ni la va a dar el PP. En su caso se elaborará, como no puede ser de otra manera, por quienes saben de esto, que son los profesionales”, ha insistido.
Ahora, dice, que no “no apoya la argumentación de Vox del síndrome post-aborto”, si bien mantiene que la interrupción voluntaria del embarazo acarrea “una serie de consecuencias” y, por tanto, justifica que “las mujeres tienen que tener la capacidad de poder tener información sobre esas consecuencias”.
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