Cada vez el cerco se estrecha más sobre Isabel Díaz Ayuso y su consejero de Sanidad, Jesús Ruiz Escudero, en materia de residencias. Tras arrebatarle el control de las mismas a Ciudadanos (Consejería de Políticas Sociales), Sanidad decidió establecer un protocolo para excluir a los ancianos de una hospitalización por Covid-19.

La pasada semana trascendió la existencia de este “borrador” que el Gobierno de la Comunidad de Madrid calificó su envío como “error”. Sin embargo, El País ha publicado dos de los cuatro correos que el director de coordinación sociosanitaria, Carlos Mur de Víu, envió a la Consejería de Políticas Sociales en los que se solicitaba el envío de los protocolos de triaje, el 18, 20, 24 y 25 de marzo.

Mur de Víu envió hasta cuatro correos a la consejería que dirige Alberto Reyero (Ciudadanos), firmados digitalmente por él, en los que instaba a redirigir los protocolos a las 475 residencias de Madrid. Esta fue la guía que seguirían los hospitales y centros sociosanitarios de la región para descartar la hospitalización de personas con discapacidad y ancianos afectados por el coronavirus.

Los documentos publicados por El País deslizan que el fin de este protocolo consistía en evitar el colapso de la Sanidad madrileña. A mediados del mes de abril, mientras los hospitales comenzaban a respirar tras varias semanas en estado de estrés continuo, los residentes en centros sociosanitarios volvían a ser admitidos de manera generalizada.

Desde el 8 de marzo hasta el pasado viernes habían fallecido 5.986 enfermos con coronavirus o cuadros similares, según los datos que maneja la Consejería de Políticas Sociales. El 88% de esos fallecimientos se produjo hasta el 17 de abril, mientras los hospitales se adhirieron al protocolo diseñado por Sanidad.

Mur de Víu envió los correos a Políticas Sociales, puesto que es la autoridad competente para la regulación y supervisión de residencias, además de extenderlo a otros altos cargos de la Consejería de Sanidad. El objetivo de estos era “racionalizar el abordaje de uno de los principales focos de la emergencia que padecemos”.

“En espera de la dotación adecuada de profesionales y EPIs en residencias, debemos ayudarles en el suministro y en los traslados racionales desde los hospitales”, reza una de las comunicaciones de Mur de Víu con fecha de 20 de marzo. El protocolo que firmó ese mismo día el alto cargo de Sanidad incluye cinco criterios para la exclusión de pacientes con infecciones respiratorias que residan en cualquier centro sociosanitario de Madrid.

La polémica que suscitó este protocolo a nivel interno provocó que la Consejería de Sanidad rectificara su exclusión de personas con discapacidad de cualquier edad. Este colectivo ya no se registra en las dos últimas versiones del protocolo. Además, se rebajó el nivel de autonomía del paciente de 60 a 25 según establece el índice de Barthel.

Tanto en este correo como en otro datado del 24 de marzo, Mur de Víu solicitaba a sus compañeros de Políticas Sociales que remitieran los documentos a todos los centros sociosanitarios de Madrid. En los escritos se advierte sobre la constante evolución de los criterios. “Dichas recomendaciones van siendo forzosamente actualizadas según el transcurso de la pandemia y los recursos disponibles”, señala.

El Gobierno regional hizo pública la destitución de Mur de Víu el 13 de mayo, pocos días después de la dimisión de la directora de Salud Pública, Yolanda Fuentes, por las discrepancias sobre el paso a la fase 1. La dirección de coordinación sociosanitaria de la Comunidad de Madrid recalaba en Javier Martínez, uno de los 22 geriatras que participó en la elaboración de los protocolos.