El abastecimiento de agua en Pontevedra está garatizado después de la parada en la producción de la fábrica de pasta de papel que Ence tiene en plena ría. En realidad, esa suspensión ha sido ordenada por la propia Xunta de Galicia, según señalan desde el Ayuntamiento de la capital de las Rías Baixas.

Por su parte, el Gobierno regional, sin embargo, tal y como dejó claro ayer su máximo responsable, Alfonso Rueda, tras el Consello de la Xunta, no hubo orden sino advertencia y llamada al deber por parte de la compañía, cuya dirección decidió paralizar el funcionamiento de la factoría, “como no podía ser de otra manera”, apostilló el presidente gallego.

El juego de palabras es importante, no en vano, existe una controversia histórica entre el concello de Pontevedra, que quiere que la papelera se vaya de la ría, y la Xunta y el Partido Popular, que se han posicionado con Ence. En el fondo de la polémica actual, la situación crítica de sequía que vive la ciudad pontevedresa y el resto de municipios que 'beben' del río Lérez al encontrarse por debajo de su caudal ecológico.

Este río atraviesa la capital de la provincia y desemboca en la ría. De su cuenca se abastecen varias localidades. Aunque parezca incomprensible, las condiciones actuales del Lérez son el resumen perfecto de lo que sucede con el suministro de agua en algunas zonas de Galicia, donde la situación de sequía se abre paso. En las últimas horas, la conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, ha llegado a decir que es necesario que en el área de la cuenca del Lérez la ciudadanía se conciencie a la hora del consumo de agua, porque si no, cuando acabe agosto, las cosas no pintarán bien.

Este jueves, siguiendo esta advertencia, el Ejecutivo de Alfonso Rueda decidió elevar el nivel de alerta por la situación de sequía en esta cuenca, en la zona de Pontevedra. El motivo se encuentra en los datos de reserva de agua. En concreto, se refiere a los ayuntamientos de Poio, Marín, Sanxenxo, Bueu, Pontecaldelas y la propia capital de la provincia.

En apenas 20 días, las altas temperaturas y la falta de lluvias ha provocado que el caudal circulante del río Lérez se haya reducido alrededor del 73%.

Ante esto, la Oficina Técnica de la Sequía dependiente de la Xunta, ha elevado en la zona el nivel de "sequía prolongada", activando la prealerta por escasez.

La fábrica de pasta de papel, en el punto de mira

Sin embargo, desde el Concello de Pontevedra se han puntualizado algunas de las afirmaciones de los responsables autonómicos. En primer lugar apuntan a la factoría de pasta de papel de Ence que domina la ría. Según los cálculos de este municipio gobernado por el Bloque Nacionalista Galego en coalición con el PSOE, todos los municipios que se abastecen del Lérez “captan 5,8 millones de metros cúbicos anuales, mientas que la fábrica toma del río entre 12 y 17 millones de metros cúbicos”, es decir, el doble o triple de lo que utilizan estas localidades para abastecer a su población.

Precisamente, a raíz de esto, Carme da Silva, concejala pontevedresa responsable del Ciclo del Agua, reconoció ayer que esta sequía es motivo de preocupación y “vigilancia” desde hace tiempo.

Además, aclaró el análisis de datos realizado sobre el nivel del río Lérez que, según dijo, este mes de julio tuvo una “importante bajada de su nivel”, en comparación con años anteriores.

Da Silva indicó que, desde su departamento, se hace un estudio diario del nivel del caudal del río y la situación actual y ahora mismo “tenemos unos datos muy por debajo de lo que llamamos caudal ecológico”. En este dato se encuentra la clave de por qué Augas de Galicia (organismo dependiente de la Consellería de Infraestructuras y Movilidad) instó a Ence a “reducir su consumo para garatizar este caudal”.

Por ello, recordó que si la fábrica no suspende su producción normal “no es posible garantizar un abastecimiento en exclusiva a través del río Lérez”.

No obstante, la concejala pontevedresa también pidió a los ayuntamientos que “deben mejorar sus redes para evitar pérdidas” que lo hagan cuanto antes, y puso el ejemplo de Sanxenxo cuya red de abastecimiento presenta un rendimiento de solo el 63,3%, mientras que el de Pontevedra llega al 91.11 por ciento.

A modo de conclusión indicó Carme da Silva que si bien “el abastecimiento está garantizado con carácter general” y que “el sistema es robusto”, sin embargo “lo que no es compatible es continuar con un sistema del que Ence capta esas cifras anuales de agua”.