Hace solo unos días, la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor, Adeac, dio a conocer el número de banderas azules de las que presumirá Galicia el próximo verano. Según esta entidad, un total de 111 playas de la región lucirán estos distintivos, un reclamo perfecto para los visitantes. Además, de esta buena noticia, a su vez, deriva otra como es que Sanxenxo (Pontevedra) sea la ciudad con más arenales con bandera azul de España.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Así se desprende de la denuncia que ha hecho público Ecoloxistas en Acción que habla de “fraude” de estas enseñas “como galardón ambiental”.

Tal y como recuerdan sus responsables, uno de los principales requisitos para lograr estas banderas es el de “una calidad excelente de las aguas de baño”, algo que no siempre se produce, ni mucho menos.

Mencionan, por ejemplo, el caso de la provincia de Pontevedra, una de las que históricamente más banderas azules logra cada año (en este alcanza las 58). Ecoloxistas no comparte esto porque las Rías Baixas, dicen, “acumulan años de contaminación por la deficiente gestión de las aguas residuales”, lo que conduce al incumpliento evidente del citado requisito.

En este sentido, recuerdan que los informes de Augas de Galicia se hacen eco de la forma de proceder de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales de la mayoría de núcleos urbanos de la provincia pontevedresa. La organización habla de varias zonas como Placeres, Goian, Soutomaior, Teis, Lagares o Nigrán, puntos que desde esta semana lucirán las banderas azules cuando en realidad “vierten al mar aguas fecales sin el adecuado tratamiento”.

En el supuesto concreto de la Ría de Pontevedra, Ecoloxistas en Acción cuestiona “qué tipo de análisis” se hace de las aguas si se otorgan galardones a arenales ubicados en esta ría que, aseguran, está “altamente contaminada”. Precisamente, sobre esta zona subrayan el “escándalo” que desde hace tiempo rodea a la factoría de Ence y de la que hace tan solo unas semanas se supo que se habían registrado “altos índices de concentración de mercurio” en las aguas subterráneas que vierten a la citada Ría pontevedresa. Ante esto, la organización suma a los anteriores incumplimientos de criterios para ser merecedor de las banderas azules otros como “ausencia de vertidos industriales, de aguas residuales y de otro tipo de sustancias contaminantes o basuras, que puedan afectar a la playa o a su entorno”.

Curiosa es también la denuncian que amplían a la limpieza que se hace de las plazas. Ecoloxistas, a pesar de que las algas o cualquier otro tipo de vegetación que se encuentre en la playa no debe recogerse salvo que, por acumulación, sean molestas e insalubres, se quejan de que, en los concellos pontevedreses todos los veranos se llevan a cabo “agresivas limpiezas” de los arenales a diario y con “maquinaria pesada” retirando las algas depositadas y acabando “con toda la biodiversidad que encuentra refugio en ellas”.
Las críticas de Ecoloxistas en Acción chocan con el impulso que desde las distintas administraciones se da al turismo como elemento clave para la recuperación económica, y estas banderas azules siempre han sido consideradas un factor positivo para la atracción de visitantes.