“Hoy asumo el encargo que me hace el pueblo gallego a través del Parlamento, de ser el Presidente de la Xunta. Lo asumo para aportar mi modesto atribuirte a esta noble causa que muchos iniciaron y que otros deben continuar”. Esto lo decía Alfonso Rueda en su primera toma de posesión como máximo responsable de la Xunta de Galicia hace ahora justo un año. Antes ya ocupaba ese puesto, pero por designación de su predecesor Alberto Núñez Feijóo.

Llegaba a la presidencia tras los resultados espectaculares obtenidos en los comicios de febrero, en los que logró su primera mayoría absoluta y supuso la continuidad de la hegemonía del PP en Galicia.

En ese mismo discurso, Rueda apelaba a la “humildad de un gallego que ama su tierra”, cualidad que, si no se da, “no es posible representar este cargo”.

“De un servidor público. Hay que tener vocación de servicio público para hacer bien las cosas, para venir a trabajar por todo el mundo (…) Con la responsabilidad de gobernar con todos y para todos. Siendo fiel a la palabra dada, fundamental, siendo honesto y perseverante. Siempre honesto y siempre hacia delante”, auguraba.

Al final de su discurso aseguraba no poder “prometer que no cometeré errores en el camino, pero hay algo que sí puedo prometer: que la voluntad de acierto y la ambición que tengo por el progreso de esta tierra si que la puedo prometer. No me mueve otro objetivo no sea el bien común y trabajar porque las cosas vayan mejor”.

Han pasado doce meses desde estas palabras y, como era de esperar, el balance que hace la oposición de este primer año de legislatura, nada tiene que ver con la visión optimista lanzada desde el PPdeG.

Los socialistas, en este sentido, son muy contundentes. Lo ha sido su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, para quien este ha sido un año en el que “Galicia ha perdido tiempo y oportunidades, sin avances reales ni respuestas a los problemas que más preocupan a la ciudadanía”.

Según sus palabras, se cumple un año de Alfonso Rueda como presidente de la Xunta “pero no podemos olvidar que los 16 años anteriores de las políticas erráticas del PP también llevan su marca, también tuvo responsabilidades”, en referencia a su presencia en los Gobierno de Feijóo desde que este ganó sus primeras elecciones en 2009.

Modelo de país: Altri en Palas de Rei

Besteiro tiene claro que, ahora mismo, la región “no tiene liderazgo ni proyecto claro”, básicamente porque Rueda “ignora los principales problemas de la ciudadanía”.

En este punto mencionó la crisis de la sanidad pública que se encuentra “colapsada”, así como “las dificultades crecientes para acceder a una vivienda, especialmente por parte de la juventud”; la conclusión sobre esto es que, no es ni más ni menos que esto “son reflejos del fracaso en las prioridades sociales”.

En su balance del primer año de mandato, el líder de los socialistas gallegos citó el “modelo de país” que, a su juicio, está impulsando el PP desde la Xunta y que se “centra casi en exclusiva en el proyecto de Altri en Palas de Rei”.

Esta instalación que cuenta con el visto bueno del Ejecutivo de Alfonso Rueda, es una macrocelulosa que “Galicia no necesita, una iniciativa polémica, con escasa viabilidad y fuerte contestación social, que no responde al modelo empresarial que precisamos”.

Tras criticar que el presidente gallego se preocupa más por su imagen que por el proyecto para Galicia, recordó que hace unos días le envió una carta ofreciéndole cooperación y solicitando una reunión para abordar juntos esa situación. “Una mano tendida que ha sido rechazada, porque Rueda prefiere no hacer nada antes que sentarse a hablar”, añadió.

Su conclusión ante esta situación es que esta forma de actuar de Alfonso Rueda se debe a algo que “todos sabemos” y que pasa porque “responde más a la estrategia que le marca Feijóo desde Madrid que a la altura de miras y las responsabilidades que se le suponen a quien ejerce la Presidencia de la Xunta de Galicia”.

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