Más de dos meses después, Navarra está en la recta final de la oficialización de la revalidación del gobierno de la socialista María Chivite tras los resultados de las elecciones del 28 de mayo. Este lunes ha tenido lugar el debate y la primera votación de investidura de la baronesa del PSOE en Pamplona, pero la candidata deberá ir a segunda votación este martes a la espera de obtener la abstención de EH Bildu.

La presidenta en funciones ha asumido la investidura tal y como cabía de esperar: sin alcanzar la mayoría absoluta de los 26 diputados necesaria para ser elegida, por lo que este martes 15 de agosto, en plena festividad nacional de la Asunción de la Virgen, volverá a someterse a segunda votación, en la que sí le servirá la esperada abstención de EH Bildu –tras la consulta a su militancia, la cual respaldó esta postura en un 82,2% de los votos-, que cuenta con nueve diputados en el Parlamento regional.

El motivo por el que no resultará investida este lunes se debe a los votos en contra de UPN (15), PPN (3) y Vox (2). En la otra cara de la moneda, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin suman 21 escaños, a cinco de la mayoría absoluta necesaria. En el caso de la segunda vuelta, la anunciada abstención de EH Bildu posibilitará la investidura, ya que María Chivite sumaría 21 votos a favor, 20 en contra y nueve abstenciones.

En el debate, que se ha celebrado en esta jornada del lunes, la candidata del PSN a la Presidencia de Navarra ha urgido a las formaciones de derechas que hagan “autocrítica” ante el “aislamiento” que está sufriendo “fruto de su política de tierra quemada”: “Hay que respetar y construir sobre los resultados de las elecciones y la ciudadanía apuesta mayoritariamente por un gobierno de progreso”, ha ensalzado.

En otro orden de ideas, y en alusión a EH Bildu, ha advertido que su acuerdo gubernamental “no contempla la agenda soberanista ni de independencia de Navarra ni de Euskal Herria, ni la eliminación de la zonificación lingüística”. Por su parte, la portavoz de la formación abertzale​, Laura Aznal, ha asegurado que su grupo es "responsable" para facilitar la investidura, a la par que ha advertido de quieren que la legislatura sea "un punto de inflexión". "No vamos a renunciar a nada y tendremos que hablar de todo", ha dicho, para advertir de que "vamos a seguir espigando todo lo que podamos, pero a esta legislatura venimos a segar", ha adelantado.

Y es que la investidura de Chivite saldrá adelante después de arduas y extensas negociaciones mantenidas con Geroa Bai y Contigo Zurekin, las cuales han tenido el resultado ya conocido. “Ha costado llegar al acuerdo que hoy he traído aquí. Hemos debatido y hemos construido un buen acuerdo dialogado y consensuado. Somos conscientes de que tenemos una buena base implantada esta legislatura, y hemos de ser audaces porque tenemos retos de gran calado y exigen un paso más”, ha instado Chivite en términos de continuidad de su propio legado.

Reproches a la oposición

Durante el trascurso del debate, que se ha prolongado en la mayor parte del día, la socialista también ha tenido momentos de réplica para los partidos a la oposición a su gobierno. En dirección a UPN, liderado por Javier Esparza, ha sentenciado que esta formación lleva igual “desde 2015”: “¿No pretenderá tener distintos resultados haciendo lo mismo? Se va a pegar 12 años en la oposición, no ha aprendido que la política es dialogar y llegar a acuerdos”, ha sentenciado. En este sentido, Esparza ha recordado que "hay una mayoría absoluta de UPN y PSN, que eso sí es estabilidad, no lo que está planteando" Chivite, ahondando así en las diferencias de los socialistas tanto con Geroa Bai como con EH Bildu.

El portavoz del PPN, Javier García, por su parte, ha asegurado que el nuevo gobierno de Chivite va a ser "continuista en las concesiones a los abertzales y en la inacción en temas fundamentales". En estos términos, le ha llamado a "reconsiderar sus políticas" y le ha tendido la mano para que sus políticas "no dependan, o al menos estén lo más alejadas posible, de la izquierda abertzale".

Con un tono más encendido, la socialista se ha dirigido a Maite Nosti, de Vox, a quien ha afeado haber entonado un “discurso de odio” por decir esta que el único interés del bloque de izquierdas es el "reparto de sillones": “Es un Vox que cada día se radicaliza más y la mayoría social de Navarra no está ahí”, unas declaraciones seguidas de la advertencia de que su gobierno “se plantará ante quienes quieren hacer desaparecer Navarra tal y como es”.