El dirigente independentista estaba muy molesto por la actitud del presidente de la Generalitat en la reunión de presidentes autonómicos celebrada en Madrid. “No se puede decir una cosa en Catalunya y otra en Madrid. No es aceptable que hoy no hablara de autodeterminación. Sólo sabe quejarse pero no soluciona nada”.

Las encuestas publicadas este fin de semana constataban un crecimiento del voto independentista, pero se quedaban lejos de aquellos 23 diputados que consiguió ERC con Carod Rovira a la cabeza. El partido liderado por Oriol Junqueras, ERC, sitúa sus opciones en 15 diputados. Solidaritat, en su mejor sondeo, obtendría 5 diputados.

La unificación de las candidaturas puede no sólo evitar la pérdida de votos por la dispersión de opciones, sino que la agrupación al mundo independentista puede ser visto con buenos ojos por una parte del electorado nacionalista, perplejo ante la dubitativa actitud de Mas.

El presidente catalán quiso apropiarse de la manifestación genuinamente independentista y convertirse en el referente del mundo nacionalista. Ahora, este mundo le ha salido respondón y se afana en alcanzar un acuerdo que puede dar al traste con la ansiada mayoría absoluta de Mas. Las encuestas no le auguraban este objetivo. Si el jueves empieza a consolidarse una alternativa independentista, el objetivo se antoja inalcanzable.

Además, a Mas se le acumulan los problemas. Los sondeos no son buenos, los independentistas quieren aguarle la fiesta y un hombre de su confianza, Marc Puig, ha sido imputado en el Caso Palau. Los problemas no acaban aquí. Algunas fuentes de CiU, apuntan a un serio debate interno sobre la conveniencia, o no, de incluir al secretario general en las listas. La amenaza de que Oriol Pujol sea requerido por el juez en la investigación del caso de las ITV aconseja, según algunos dirigentes, que no figure en las candidaturas. La pugna política está servida y el conflicto también porque Oriol Pujol no deja de ser –además de hijo de Jordi Pujol- uno de los dirigentes mejor situados para sustituir “algún día” a Artur Mas.