En un contexto de auge de la extrema derecha en toda Europa, Cataluña se había mantenido durante años como una de las regiones españolas en la que menos presencia tenía esta ideología, al menos electoralmente. Mientras que en comunidades como la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía o Castilla y León Vox llegó a formar parte de los gobiernos autonómicos, en el territorio catalán lo máximo que ha obtenido la ultraderecha son sus actuales 13 escaños de un total de 135 que hay en el Parlament, 11 pertenecientes a los de Santiago Abascal y 2 de Aliança Catalana, el partido nacionalpopulista e independentista liderado por Sílvia Orriols. Sin embargo, las últimas encuestas muestran un ascenso de ambos partidos, que podrían llegar a sumar entre 32 y 34 diputados, según el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), que viene a ser el CIS catalán

En dichos resultados destaca especialmente la meteórica subida de Aliança Catalana, que pasaría de los 2 escaños con los que cuenta ahora a tener entre 19 y 20, alcanzando a Junts, que contaría con el mismo número de diputados que los de Orriols, pero también se revela un ascenso de Vox, que con entre 13 y 14 escaños podría superar a un PP que podría llegar a bajar hasta los 12. Por lo tanto, la extrema derecha podría hacerse con más de un 25% de los asientos del Parlament de Cataluña. Ahora bien, ¿cómo se ha llegado a esta  situación? La respuesta incluye factores como el odio a la inmigración, un populismo que consigue calar en los jóvenes o el algoritmo de las redes sociales, como afirma el profesor de Ciencia Política en la Universidad de Barcelona y sociólogo, Xavier Torrens, en declaraciones a ElPlural.com. 

Un ascenso por la vía rápida

Torrens explica que, a pesar de que todavía quedan dos años para las próximas elecciones autonómicas –y remarca que en el mundo de la política esto es mucho tiempo--, las encuestas marcan una tendencia certera al alza de los partidos de extrema derecha en el Parlament, que lo que indica no es tanto un auge con más fuerza que en otros lugares, sino uno más rápido debido a que en el territorio catalán los nacionalpopulismos han tardado más en ascender. “En estos momentos han ganado las elecciones en países como Austria, Estados Unidos o en Francia (en la Asamblea Nacional), han quedado segundos en países como Países Bajos, Portugal o Alemania y han quedado terceros en España con Vox. En Cataluña ha llegado tarde esta tendencia, pero ahora que ha llegado se está produciendo por la vía del crecimiento rápido”, señala. 

Según el profesor y también autor del libro Salvar Catalunya. La gestació del nacionalpopulisme d’Aliança Catalana (Pòrtic), en Cataluña el auge de la extrema derecha no se asemeja, en cuanto a su rapidez, al de países como Francia o Italia que han contado con la presencia de partidos de ultraderecha durante décadas hasta que estos han podido escalar hasta las primeras posiciones electorales. En este sentido, subraya que la situación catalana se parece más a la de Portugal, donde el partido de extrema derecha Chega! (¡Basta!) pasó de tener un solo diputado en 2019 a obtener 60 en 2025 y convertirse en la segunda fuerza política a nivel nacional.  

Los tres ejes centrales de su discurso: la antiinmigración, el nacionalismo radical y el populismo

El principal motivo del actual ascenso de Aliança Catalana y Vox en Cataluña para Torrens está claro y se trata del discurso antimigratorio de carácter racista y xenófobo que ambas formaciones comparten. Una posición que el sociólogo asegura que es el eje central de los mensajes de todos los partidos y políticos nacionalpopulistas, no solo de España, sino de todo el mundo, como Donald Trump en Estados Unidos, Marine Le Pen en Francia o Giorgia Meloni en Italia. 

Los líderes de la ultraderecha Santiago Abascal, André Ventura, Marine Le Pen, Matteo Salvini, Viktor Orban, Geert Wilders y Foni Logikis en el encuentro de Patrots en Madrid

Aunque Torrens apunta que el mensaje antimigratorio no es el único que comparten todos los discursos de la extrema derecha nacionalpopulista, puesto que todos ellos, como indica el nombre, se caracterizan también por su nacionalismo radical y su populismo. Un populismo que el profesor de la Universidad de Barcelona detalla que no se basa tan solo en hacer demagogia, sino que, principalmente, consiste en la idea que los partidos de dicha ideología intentan vender de que ellos son los auténticos representantes del pueblo y luchan contra las élites políticas, lo que, según Torrens, explica el auge tanto de Vox como de Aliança Catalana dentro de los jóvenes de entre 18 y 24 años. “Por eso las encuestas muestran que quedarían en las primeras posiciones del voto juvenil”, declara.

A las características mencionadas de los partidos nacionalpopulistas, Torrens añade una más: contar con un líder carismático. Esta figura paradójicamente estaría ocupada por mujeres en buena parte de dichos partidos, véase Meloni, Le Pen u Orriols, como señala el autor de Salvar Catalunya, que sostiene que Trump y Abascal son algunas de las excepciones.

Las redes sociales, un factor indispensable para el ascenso de la ultraderecha en Cataluña

Además, tanto el auge de Vox como el de Aliança Catalana comparten otro factor clave, sin el cual, según Torrens, ninguno de estos partidos tendría el éxito electoral que auguran las encuestas. Este factor son las redes sociales, que el sociólogo considera que han acabado con un hábito electoral que existía desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, que consistía en que las elecciones siempre las ganaba la formación que conseguía recoger más votos (Catch All Party) de los distintos espectros políticos, ya fuera socialdemócrata, liberal o conservador, siempre que se acercara al centro. “El partido que se ubicaba más hacia el centro, da igual si era de centro izquierda o centro derecha, conseguía atraer votantes de otros partidos y, por lo tanto, una gran masa electoral”, detalla. 

El profesor explica que las redes sociales han acabado con esta máxima electoral debido a que “se basan en algoritmos que polarizan a la sociedad y, de rebote, la política”. “Ahora se puede ganar, gracias a las redes sociales, en los extremos. Sin las redes sociales esos partidos no estarían en las mismas posiciones”, declara Torrens, que pone como ejemplo a Orriols. “Ella ganó en Ripoll gracias a WhatsApp, entró en el Parlament de Cataluña gracias a X (antes Twitter) y ahora está subiendo con tanta fuerza gracias a TikTok e Instagram. Cuatro redes distintas que le han servido en momentos distintos”, afirma. 

La utilización de la extrema derecha de las redes sociales –especialmente a través de las cuentas de sus propios líderes– para aumentar su electorado contrasta con la que hacen los partidos más convencionales, los cuales, desde el punto de vista de Torrens, llevan a cabo las campañas electorales “prototípicas de hace décadas”, haciendo uso de dichas plataformas, pero sacándoles poco rendimiento electoral, mientras que la estrategia de formaciones como Aliança Catalana y Vox e incluso sus discursos están pensados para compartirse en redes sociales. “Por ejemplo, el primer discurso que hizo Silvia Orriols en el Parlament apenas duró unos minutos cuando le quedaba más tiempo para utilizar, pero la clave no era ese discurso, sino cómo lo transfirió a las redes sociales, en las cuales solo necesitas unos segundos para transmitirlo”.

Las diferentes tendencias de Vox y Aliança Catalana

A pesar de las similitudes entre Aliança Catalana y Vox, Torrens asegura que existe una gran diferencia entre ambos partidos. El profesor de Ciencia Política remarca que la formación de Abascal tiene un discurso más reaccionario en temas morales, posicionándose en contra de cuestiones como el aborto, la eutanasia o que la comunidad LGTBI se muestre libremente como quiera, mientras que Aliança Catalana toma una posición más abierta en dichos asuntos y no se opone a ellos. 

Por lo tanto, para Torrens, Vox se sitúa en la corriente nacionalpopulista de Viktor Orbán en Hungría o de Meloni en Italia. En cambio, Aliança Catalana se asemeja más a Le Pen en Francia o a Geert Wilders en Países Bajos. “Pertenecen a las dos tendencias diferentes que hay en el nacionalpopulismo”, indica. 

Los perfiles del electorado de Aliança Catalana: desde el independentista decepcionado con el procés hasta el votante de Vox o de la CUP

Sin embargo, el experto en ciencias políticas afirma que hay una parte del electorado que votará a Aliança Catalana en las próximas elecciones municipales y autonómicas, pero a Vox en las generales, debido al discurso antiinmigración. Aunque sostiene que “no es el grueso de los votantes” de ninguno de los dos partidos. En el caso de la formación de Orriols, Torrens apunta que, como el resto de grupos políticos, esta cuenta con varios perfiles de votantes. “Un error a veces de los análisis es pensar que hay un solo tipo de votante en cada partido y eso no es así”, manifiesta.

Entre los perfiles de votantes independentistas de Aliança Catalana, Torrens subraya que hay uno que se caracteriza por estar especialmente decepcionado con el resultado del procés, mientras que hay otro que siempre se decanta por la opción más extremista dentro del independentismo, el cual puede haber pasado de votar a la CUP a una opción radicalmente opuesta como es Orriols. “Luego hay otros perfiles como el votante que vota a una opción de éxito y, como las encuestas están reflejando ya ese probable éxito electoral de Aliança Catalana, se van a sumar”, añade. 

Los dos elementos clave para frenar el auge de la extrema derecha

Ante la gran pregunta sobre si se puede frenar el auge de la extrema derecha, Torrens sostiene que sí que es posible, aunque remarca que para ello son necesarios dos elementos. Por un lado, señala que se deben “diseñar políticas públicas que tengan impacto social”. En este sentido, el sociólogo apunta que en el caso de Cataluña ayudaría la aceleración del Plan de Barrios y Villas de la Generalitat, diseñado con el objetivo de reducir las desigualdades entre territorios, y el aumento de los recursos de las políticas sociales para evitar que haya competencia entre la gente trabajadora de clases populares más desfavorecidas socialmente.

Asimismo, Torrens defiende que un segundo factor para poder contener el crecimiento de Aliança Catalana y Vox consiste en no entrar en los dos grandes temas de la agenda pública que fomentan el auge de estos partidos nacionalpopulistas, que son la inseguridad y la inmigración, y menos conjuntarlos. “En el momento en el que se da a entender que hay un aumento de inseguridad y que además la causa está en la llegada de inmigración, lo que se consigue es que estos partidos vayan en un ascenso fulgurante”, manifiesta.

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