Con una escenografía nueva y una pose fuera de lo habitual, sentado en la mesa de su despacho, el rey Juan Carlos ha realizado un discurso navideño centrado en la gravedad de la situación económica y en la reivindicación de la labor política –“de la Política con mayúsculas”-. Precisamente, en su recuerdo de la convivencia que se dio en la Transición, el monarca ha incluido un mensaje muy sutil a Cataluña, aunque sin nombrar la deriva soberanista explícitamente, y ha apelado al “respeto mutuo y a la lealtad recíproca”, así como una apuesta por basar el progreso “en el respeto a las leyes y a los cauces democráticos”.

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El Rey ha centrado buena parte de su discurso en la situación económica y, aunque ha resaltado la importancia de las inversiones y del crecimiento junto a la austeridad, ha apelado a “la confianza” con el primer factor que nos sacará de la crisis. También ha subrayado que España es “una gran Nación” que tiene que ser “solución” a la situación económica y participar en la toma de decisiones.

Esfuerzos y sacrificios
El monarca ha reconocido “los esfuerzos” que están realizando los españoles y ha asegurado que “no serán baldíos”. Aunque ha reclamado que “los sacrificios” deberían dar “resultados en un plazo corto de tiempo”. También ha tenido una mención para “quienes dejan el país para ayudar a sus familias” y ha mostrado su confianza en que volverán a España aportando un “impulso” a la sociedad con su experiencia.

Jóvenes en paro
En este punto, el monarca se ha referido a todas aquellas personas, en especial los jóvenes, "que se levantan cada día con sensación de inseguridad y desánimo" por la falta de trabajo y las "inciertas perspectivas de futuro

Reivindicación política
Todo ello como resultado de una situación económica que, según reconoce el Rey, produce un “pesimismo que se refleja en el clima social” y que genera una “desapego a las instituciones” y a quienes ejercen “la función política”. Frente a ello el monarca ha hecho una “reivindicación” de la clase dirigente, pero ha reclamado que se practique “una Política con mayúsculas” que sirva “para integrar en lo común, para unir fuerzas, no dividirlas” y "encontrar nuevos modos y formas de hacer algunas cosas que reclaman una puesta al día".

Generosidad frente a egoísmo
Finalmente, Don Juan Carlos ha señalado que la Navidad "simboliza el triunfo de la generosidad sobre el egoísmo", y ha vuelto a insistir en la necesidad de recuperar ese valor junto al de la solidaridad y el compromiso "que todos debemos reconocer, conservar y promover siempre y en estos tiempos más que nunca".