Artur Mas ha fichado a su nuevo hombre fuerte Raül  Romeva, 44 años, un tránsfuga de  ICV, medio comunista y medio saltimbanqui.   Se parece mucho a  griegos como Tsipras y el divino Veroufakis. Su mensaje a la ciudadanía abrió la puerta a los sueños del  Estat Català. “Estamos preparados. Vamos a por todas. Esto va de verdad”.

Millonaria familia
Volvió la esperanza. Mas advierte: “votar contra mí es votar contra Cataluña”.  Él es  Cataluña y  nadie debería reprocharle su total  entrega para conseguir el  sagrado objetivo. ¡Adiós España, no te queremos! Pero, de cuando en cuando, reaparece el fantasma del Patriarca, Jordi Pujol i Soler, además de su amplia y millonaria familia.

La confesión de Pujol
Hace un año y un mes, surgió de pronto la confesión del padre y la desvergüenza de los hijos y de la señora Ferrusola, ¡aixó és una dona!. Ahora les ha tocado el turno a algunos hijos de su amigo del alma, el  empresario  Sumarroca, cofundador de CDC. Y  En el punto de mira continúa estando Artur Mas.  Le salvó al  Moisés catalán, el líder   Oriol Junqueras de ERC. El cual negó en el Parlament que su partido no pretendía hundir a sus socios en el camino hacia la tierra prometida.

“Compromis de país”
Es lo nuestro un “compromís de país”, dicen muy serios los activistas de la independencia, pero el pulcro Artur Mas fue cazado por  las comisiones de la corrupción.  ¿Cómo Mas asegura  ignorar lo que ha pasado ante sus ojos, siendo protegido por Jordi Pujol, la señora Ferrusola y  sus hijos, y también por otros personajes  más que sospechosos, llamados, entre otros, Lluis Prenafeta, Macià Alavedra y hasta el supuesto juez condenado, Pascual Estivill.

 ¿Los dueños de Catalunya?
Todas estas gentes han sido, y siguen siendo, los dueños de Cataluña. Ellos, pues,  siguen embaucando a los ciudadanos catalanes, muchos de los cuales, de buena fe sin duda, creen que de este modo podrían “vivir con libertad”, según repiten los medios en manos de la Generalitat. Y todo esto es una inmensa falsedad. Como lo es su control absoluto, no plural, del Futbol Club Barcelona. El RCD.Espanyol apenas existe. Ese nombre es pecado. Y así es la Catalunya de los separatistas y de los independistas, que vienen a ser lo mismo.

 

 Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM