El día 1 de octubre, a pesar de que el Gobierno de Mariano Rajoy quiere aparentar absoluta normalidad, el referéndum marcará un antes y un después. Será un punto de inflexión en las relaciones entre Cataluña y España y, como si el destino lo hubiera querido así, este viernes se cumple el 40 aniversario desde que el Gobierno de Adolfo Suárez rubricara el decreto de restablecimiento del provisional de la Generalitat de Cataluña. El por entonces presidente del Gobierno nombró presidente de la Generalitat a Josep Taradellas, quien regresó de su exilio en Francia para ser líder del Ejecutivo.

Al llegar al Cataluña, se dio un baño de masas en Montjuic, que, curiosamente, ha sido el lugar escogido por Junts pel Sí para cerrar la campaña electoral del 1-O. Más de 100.000 personas recibieron a Tarradellas. Uno de los momentos más llamativos se produjo cuando los asistentes al mitin se fundieron con el president entonando Els segadors, el himno nacional de Cataluña.

Al día siguiente, tomó posesión del cargo y juró “lealtad al Rey, respeto a los derechos de la persona y la estricta observancia de la ley”. Unas palabras que, vistas desde el prisma que brinda el tiempo, adquieren un nuevo significado.

Durante el acto pronuncio un discurso en el que aseguraba que era posible compatibilizar el autogobierno de Cataluña con la unidad de España”.

Tras asumir el cargo y recibir los elementos simbólicos de la mano de Suárez, se dirigió al pueblo catalán y pronunció su ilustre frase: “Ciutadans de Cataluña. Ja soc aquí”.