El gobierno de España fue criticado en la primera quincena de mayo por la oposición por retirar a la fragata Méndez Núñez del grupo de combate del portaaviones norteamericano Abraham Lincoln, cuando éste se dirigía al Golfo Pérsico para reforzar la presencia militar de Estados Unidos en el estrecho de Ormuz.

Después de conocerse como Donald Trump ha estado a punto de desencadenar otra guerra en el Golfo con su errática política y su arrepentimiento en los últimos diez minutos antes de bombardear Irán, hay que reconocer el acierto político del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez y de su ministra de Defensa, Margarita Robles.

En mayo, los corrillos digitales de la extrema derecha criticaban la decisión del Gobierno y la comparaban con la retirada de las tropas españolas de Irak ordenada por Zapatero tras su llegada a La Moncloa. Trolls y perfiles falsos bramaron contra la cobardía y profetizaron todo tipo de venganzas por parte de Washington.

Hoy, cuando los observadores de muy distinto color coinciden con absoluto asombro en que el actual inquilino de la Casa Blanca en su desvarío no tiene precedente, ni comparación alguna, hay que recordar una vez más el peligro que representan las bases militares USA en suelo andaluz con un comandante en jefe como Donald Trump.

A la vista de la deriva de las decisiones del presidente norteamericano, la oposición demócrata debería plantearse más que el inicio del proceso de destitución (impeachment) el de la incapacitación.

Pero, el respiro de alivio por haberse abortado un ataque contra Irán de consecuencias impredecibles, no debe ocultar que los que se frotan las manos son los magnates de la industria petrolera que ven como sus precios suben sin parar. Por eso, el asesor de Seguridad de Estados Unidos, John Bolton y el secretario de Estado, Mike Pompeo, ambos procedentes de empresas petrolíferas, son los halcones que piden más mano dura con la república islámica iraní. Y no nos olvidemos de Israel y su primer ministro en funciones Netanyahu obsesionado con destruir el régimen de Teherán.