La Cámara de Cuentas de Andalucía lo tiene claro: un grupo de altos cargos y directivos del sistema sanitario andaluz exceden globalmente en más de dos millones de euros el límite retributivo establecido por la propia Junta de Andalucía en 2012. La Cámara de Cuentas recuerda a la Consejería, al Servicio Andaluz de Salud y a las agencias y hospitales afectados que "deberían haber iniciado procedimientos de reintegro por los importes satisfechos en exceso", pero no lo han hecho.

A su vez, la Intervención General de la Junta también dice tenerlo también muy claro pero en sentido contrario al de la Cámara de Cuentas: dio su visto bueno a tales retribuciones porque entiende que de ese límite hay que excluir conceptos como la antigüedad o el complemento de carrera profesional, complementos variables, legales y asociados a la trayectoria de los profesionales", según se apresuraba a informar la Consejería de Salud.

La oposición pide cuentas

Por su parte y como cabía esperar, la oposición comparte el criterio contable de la Cámara de Cuentas y exige explicaciones urgentes. El diputado de Podemos Andalucía y portavoz en la Comisión de Salud del Parlamento, Juan Antonio Gil, no se anduvo por las ramas: exigió a la Consejería de Salud que "se deje de excusas banales y se ponga ya a recuperar el dinero derrochado fruto del descontrol de la política de productividades de altos cargos".

No le fue a la zaga la portavoz del PP en el Parlamento, Carmen Crespo, para quien el "escandaloso" informe de la Cámara de Cuentas revelaba “un nuevo agujero de la sanidad" en Andalucía con "los 2,1 millones opacos que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha pagado a altos cargos sanitarios mientras que recortaba en médicos, personal sanitario e infraestructuras".

Directivos y políticos

La Cámara de Cuentas recuerda en su informe que por ley la Junta de Andalucía estableció que ningún alto cargo debe cobrar más que el presidente o presidenta de la Junta de Andalucía, lo que situaba entonces el límite de los directivos en el sueldo de un consejero (63.808 euros brutos) para los gerentes de hospitales; y sueldos de viceconsejero (59.564,02 euros) hasta director general ( 55.277,23) para otros cargos tanto de la administración central, hospitales y agencias públicas.

En la mayor parte de los casos, quienes exceden los topes salariales no son tanto altos cargos en un sentido político estricto como directivos con una amplia carrera profesional a sus espaldas.

La semana pasada la presidenta de la Junta y su Gobierno hacían públicas sus declaraciones y las de sus cónyuges del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas correspondientes a 2016. Susana Díaz, declaró 67.334,18 euros y le salió a devolver 2.420 euros.

Tiempos de crisis

Fue en plena crisis, en el Consejo de Gobierno del 24 de julio de 2012, presidido por José Antonio Griñán y con Izquierda Unida en el Ejecutivo, cuando se aprobó que el límite a los directivos del sector público sería el equivalente al salario anual de un viceconsejero: 59.554 euros, excluyendo la antigüedad. Antes de esa medida de ajusta, el propio presidente y los consejeros habían acumulado desde 2009 una rebaja de su retribución del 20 por ciento.

Hasta esa decisión Griñán, los directivos andaluces solían cobrar más que su ‘jefe’ el presidente de la Junta, cuyo sueldo anual había pasado de los 81.155 euros de 2009 a 63.808 de 2012. Uno de los damnificados del tope impuesto al salario de los directivos fue el director general de la RTVA, que entonces cobraba unos 125.000 euros. Su titular, Pablo Carrasco, abandonaría tiempo después el cargo.