Desde que comenzara la crisis de los cribados del cáncer de mama en Andalucía, la sanidad, más aún si cabe, se ha convertido en el eje central de la política comunitaria, centrando debates, discusiones y sesiones plenarias monográficas en el Parlamento andaluz. Frente a las acusaciones de privatización del sistema por parte de la oposición, el Gobierno de Moreno Bonilla ha esbozado lo que casi se ha convertido un mantra para los del PP: "Andalucía supera por primera vez la media nacional en el gasto por habitante", con 1.765 euros en 2025. Algo que el nuevo consejero de Salud, Antonio Sanz, también se ha encargado de repetir hasta la saciedad. En 2026 está previsto que esta partida presupuestaria alcance 16.265 millones de euros, lo que representa el 31,5% del total del presupuesto andaluz y un gasto sanitario de 1.887 euros por habitante
Ahora, un nuevo informe del Sindicato Médico Andaluz (SMA), defendido y presentado en el día de ayer en la Comisión de Economía en el Parlamento de Andalucía, desmiente ese relato triunfalista de la Junta respecto a sus datos sanitarios, y asegura que la realidad dista mucho de ese relato: Andalucía está a la cola del gasto medio sanitario por habitante, con 1,764 euros, mientras la media se sitúa en 1.939 euros y lejos de la comunidad cuyo gasto medio es mayor, Asturias, que asciende a los 2.436 euros por habitantes.
El dato interpretado por la Junta de Andalucía sale, según explican desde el Sindicato Médico, de hacer 'trampas al solitario'; es decir: si las cuentas se realizan en términos generales, la Junta de Andalucía, efectivamente, estaría superando, por muy poco, la media nacional. Estas cuentas generales salen de dividir el gasto sanitario global, casi 86.000 millones de euros, entre el total de la población española, unos 49 millones de habitantes. De este modo, el gasto promedio por habitante es de unos 1.755 euros, ligeramente por debajo de Andalucía.
"Esto se debe a que las comunidades con más población (Madrid, Valencia, Cataluña, Andalucía) se encuentran entre las que tienen el gasto sanitario por habitante más bajo, lo que baja notablemente el promedio del gasto por habiante a nivel nacional", explica el SMA. Sin embargo, esto no puede ocultar el hecho de que las nueve comunidades autónomas que superan la media de inversión sanitaria también alcanzan los 2.000 euros por habitante, lo que representa la diferencia entre "una asistencia sanitaria de calidad y una asistencia deficitaria, lo que se traduce en tasas de supervivencia, calidad de vida y esperanza de vida de la población".

Gasto medio por habitante por debajo de la media
Si consultamos el informe de Recursos Económicos del Sistema Nacional de Salud publicado por el Ministerio de Sanidad en agosto de 2025, la media aritmética del gasto sanitario de las comunidades autónomas en 2025 ha sido de 1.939 euros por habitante, frente a los 1.764 euros que destina la Junta de Andalucía. Esto quiere decir que nuestra comunidad ha gastado 175 euros menos por habiante que la media de las distintas comunidades autónomas y 670 euros menos que la comunidad mejor financiada, Asturias.
Estos datos confrontan directamente con el relato que desde la Administración de Moreno Bonilla llevan manteniendo durante las últimas semanas, con especial hincapié en la presentación del Proyecto de Presupuestos y que, de nuevo, nos lleva hacia la pregunta del destino final de ese desmesurado aumento en los presupuestos. La sanidad se ha convertido ya en el problema que más afecta a los andaluces, tal y como muestra el último barómetro elaborado por el Centra, aunque el Gobierno de Moreno no pare de indicar que se invierte "más que nunca".
El SMA se hace la misma pregunta. Si desde 2018, tal y como expresa el consejero de Sanidad, Antonio Sanz, el presupuesto sanitario ha incrementado un 61% para el próximo 2026, "¿en qué se ha gastado todo ese dinero? ¿Cómo es posible que ese incremento del gasto no se ha traducido en una mejora de la asistencia sanitaria a la población?", esboza el sindicato médico. Además, señalan un aspecto fundamental para entender que se trata de "voluntad política" y no únicamente de financiación. Es cierto que el gasto presupuestario que debe afrontar una comunidad como Andalucía, la más poblada, es superior al que ha de afrontar Asturias, pero este argumento se desmonta cuando comunidades como Canarias o Extremadura, que tienen un PIB por debajo de la media, sí se encuentran por encima de la media en gasto sanitario por habitante.
Para muestra, unos datos sobre el estado general de la sanidad pública y cómo afecta a los ciudadanos y que señala el SMA: según los datos publicados en la página del Servicio Andaluz de Salud, la lista de espera quirúrgica en junio de 2025 era de 207.236 pacientes, de los cuales 43.270 llevaban esperando más de un año. La demora media era de 169 días. En cuanto a la lista de espera de consulta médica hospitalaria, el total de paciente era de 852.289, con 448.742 pacientes esperando más de dos meses y una demora media de 127 días, más cuatro meses. Estos datos son muy similares a los de 2024 y, de hecho, a los de los últimos años.
Este déficit asistencial se suma a las denuncias de la falta de personal sanitario, la "mala gestión" de recursos, el estado de muchos centros de salud y hospitalarios... una situación que, tal y como indica el propio SMA, es un "escenario desalentador" pero "la realidad es aún peor cuando la analizamos en detalle". En definitiva, un "deterioro" de la sanidad pública que "favorece el crecimiento de la privada, que cada vez atrae a más médicos y pacientes generando una fuente más de injusticia social".