Solo unas horas después de que el PSOE volviera a pedir al presidente de la Junta de Andalucía que mantuviera en sus puestos a los 12.000 sanitarios contratados con motivo de la pandemia, Juan Manuel Moreno anunciaba por sorpresa en Granada que, en efecto, el Servicio Andaluz de Salud renovará esos 12.000 contratos que finalizaban el 31 de diciembre.

"Hoy se ha empezado a llamar a los 12.000 sanitarios, que seguirán trabajando desde enero de 2023", dijo el presidente, cuyo anuncio priva a oposición y sindicatos de uno de sus reproches más recurrentes desde hace meses.

El presidente no entró en más detalles, aunque sí está confirmado de las 12.064 renovaciones algo menos de un millar -959- serán de médicos a los que se les prolonga el contrato un año, mientras que los 11.000 sanitarios restantes -enfermeros, auxiliares, celadores, etc.- tienen garantizado el empleo solo durante seis meses más.

En todo caso, Moreno no ha convencido al Partido Socialista. Esta la contundente reacción en Twitter de su portavoz parlamentaria, Ángeles Ferriz: “O sea, que en lugar de estabilizar a los profesionales, lo que propone ‘Juanma, el moderado’ es despedirlos en diferido, ¿cuando pasen las elecciones? ¡Pero qué broma es esta, estando la sanidad pública por los suelos y faltando sanitarios!”.

Aun así, para UGT Andalucía el anuncio del presidente tiene trampa. Entiende el sindicato que la Junta está enmascarando con esta renovación a ausencia de sustituciones en estas fechas. “Contrataciones por sustituciones a partir del 1 de enero no se ha hecho ninguna”, dijo un portavoz en declaraciones a Radio Sevilla.

La semana pasada, la federación de Servicios Públicos de UGT Andalucía también calificaba de “auténtico despropósito que, a 21 días de finalizar los 12 mil contratos eventuales que existen en el SAS, la Consejería de Salud la única respuesta que tenga sobre cuántos van a continuar, en qué centros y de qué categorías, sea que se encuentra negociando con la Consejería de Hacienda”.

Ayer, antes del anuncio del presidente, el parlamentario andaluz y portavoz de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Huelva, Enrique Gaviño, pedía la renovación de esos contratos al tiempo que alertaba del “peligro por ese claro desmantelamiento de la sanidad pública que está llevando a cabo el Gobierno del PP en la Junta de Andalucía".

Gaviño recalcó que en los presupuestos para el año 2023 el gasto sanitario desciende tres puntos, pues “de un 31,5% del total del presupuesto pasa a un 28,5%, a pesar de las aportaciones extraordinarias que ha hecho el Gobierno de España, con 5.500 millones de euros más para Andalucía, que no se ven reflejados en una mejora de la atención sanitaria".

También criticaba el parlamentario socialista que "desde que gobierna Moreno se ha incrementado en un 25% el número de pacientes que se deriva a la atención sanitaria privada, ha crecido un 55% por ciento el número de intervenciones quirúrgicas que se realizan en hospitales privados, y ha subido un 145% por el número de pruebas diagnósticas que realizan en centros privados".

Mientras, desde el Sindicato Médico Andaluz siguen alertando del deterioro de la sanidad pública. Según datos publicados por el Dr. Vicente Matas, del Sindicato Médico de Granada, "entre 2021 y 2026 el número de médicos de familia habrá disminuido un 30,8% en España y un 28,2% en Andalucía".

Según las estimaciones del sindicato mayoritario entre los médicos, "actualmente faltan en torno a un 20% de médicos de familia en Atención Primaria. Un aumento del 28% en este déficit supone que en los próximos cuatro años las plantillas habrán quedado reducidas a la mitad. Según el estudio del Dr. Matas -añade el SMA-, de formarse el número previsto de médicos de familia entre 2026 y 2036, en esa década el déficit de estos especialistas podría paliarse. Sin embargo, es imposible que la medicina de Atención Primaria sobreviva durante 15 años a una reducción de la plantilla de estas dimensiones".