Mediodía reinvidicativo y solidario en la Plaza Nueva de Sevilla. Varios cientos de periodistas, sindicalistas, políticos y representantes de instituciones como el Ayuntamiento de la ciudad y la Diputación provincial apoyaron ayer a los trabajadores de El Correo de Andalucía en sus movilizaciones contra el ERE de despido colectivo y contra la pérdida de un "patrimonio" local.


Aunque los trabajadores están dispuestos a pelear por sus puestos de trabajo y por una cabecera histórica de la prensa andaluza, el pesimismo reinaba entre los asistentes a la concentración. El objetivo de la plantilla es tanto evitar el cierre como impedir que el editor especule con la cabecera o venda al mejor postor el valioso archivo del diario. En último término, encontrar un nuevo inversor sería la solución, apuntan miembros de la plantilla.

Respaldo de la APS

La Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) también hacía esta semana un llamamiento público al presidente-editor del periódico, Antonio Morera Vallejo, para que mantenga la publicación tanto en papel como en la edición digital. También le demanda que reanude las emisiones de El Correo TV que interrumpió el pasado 31 de julio.

La APS considera que “existen alternativas viables de negocio, alternativas que el empresario se niega a estudiar ante lo que parece su firme decisión de cerrar estos dos medios de comunicación”. Para la asociacion que preside Rafael Rodríguez, “un nuevo ERE salvaje y una deficiente gestión empresarial no pueden acabar con un medio que es la historia del periodismo en Sevilla y escuela de cientos de profesionales”.

28 trabajadores de 29

En la concentración de ayer ante las puertas del Ayuntamiento de Sevilla, el portavoz del comité de empresa, Paco Veiga, agradeció el apoyo de las instituciones, de la profesión y de la sociedad a la continuidad del periódico decano de la prensa sevillana, informa Efe.

Veiga destacó que el ERE de despido de los 28 de los 29 trabajadores de El Correo de Andalucía, que cumplirá 120 años el 1 de febrero de 2019, supondrá la "dispersión o destrucción de un patrimonio acumulado de 120 años de periodismo".
 "Un patrimonio de todos que es la Giralda de papel que se ha edificado en 120 de historia y que corre peligro", advertía el representante de CC.OO. en el comité, quien puso en valor su "impresionante" archivo fotográfico y hemeroteca.


La entrada de Morera

Fue en noviembre de 2013 cuando el grupo empresarial Morera&Vallejo, dedicado a los seguros, adquirió la propiedad de El Correo de Andalucía en una operación que garantizaba la estabilidad del decano de la prensa de Sevilla tras unos meses de incertidumbre. 

Concluía así un tortuoso proceso que había desatado el temor al cierre entre los trabajadores después de que el Grupo Alfonso Gallardo, anterior propietario, traspasase el periódico a "un proyecto sin garantías que ponía en duda su viabilidad de futuro", según informaba entonces el propio diario. 

El nuevo propietario asumía el pasivo que arrastraba la empresa y se comprometía a "un proceso de relanzamiento en el marco de un proyecto informativo de mayores dimensiones, en el que El Correo mantendrá sus señas de identidad y reforzará su carácter andaluz". Se había logrado lo más difícil en un momento de produnda crisis de la prensa: la adquisición del periódico por un inversor local de solvencia contrastada.

Un teólogo al frente

Tras unos primeros meses esperanzadores, pronto llegaría la primera señal de alarma con el sorprendente nombramiento como director de David López Royo. Según recogía el periódico, López Royo tenía "estudios de Filosofía y Teología, graduándose en Teología por la Pontificia Universidad Javeriana con la calificación cum laude (Baccalaureum in Theologia)". Su perfil profesional del todo ajeno al requerido convencionalmente para dirigir un periódico era un mal augurio. La plantilla estaba perpleja.

Cinco años después del compromiso inicial del nuevo editor, El Correo se enfrenta a uno de los momentos más delicados de su larga historia.  Fuentes de los trabajadores reconocen el esfuerzo inversor de Morera en su momento, pero le reprochan con amargura su personalismo temerario, su falta de pericia empresarial y su escasa competencia profesional para marcar un rumbo competitivo claro y mantener una identidad reconocible en el diario.

"Gestión desastrosa"

El portavoz Paco Veiga también recordaba durante la concentración de ayer que por el El Correo de Andalucía pasó Juan Ramón Jiménez cuando empezó a escribir y también publicó la primera entrevista en la clandestinidad a Felipe González.
 Por ello, insistía en que "la historia local de Sevilla no puede borrarse de un plumazo" y señalaba que con el periódico también desaparecerá la web, porque se queda una persona para tareas residuales de clasificación de archivos para su venta.


Esta no es la primera crisis que atraviesa este medio y, de hecho, "no es la primera vez que los trabajadores salvan al decano de la prensa de Sevilla" y "lucharán" una vez más para que la empresa editora retire el Expediente de Regulación de Empleo, recoge Efe.

Paco Veiga aseguró que los argumentos de la empresa para despedir a casi toda la plantilla "no tienen consistencia" y responsabilizó de la situación económica del periódico a una "gestión errática y desastrosa", a pesar de que el grupo tiene "beneficios multimillonarios".


Por ello, exigió a la empresa editora que retire el ERE "antes de hablar de cualquier cosa" y le reprochó que solo se haya dejado asesorar por los abogados para despedir a los trabajadores, pero no por los profesionales del periodismo para "relanzar" el periódico cuando se hizo con la cabecera.