Pedro Sánchez que fue arrojado por la ventana de Ferraz en extrañas circunstancias por sus pares ,  se apresta según dicen a reconquistar sus antiguas posiciones, mediante un acuerdo combinado con los “barones” regionales que todavía le consideran su líder.

Entre ellos, Idoia Mendieta en el País Vasco, Francina Armengol en Baleares y César Luena en La Rioja.

Lo primero que hay que escribir es que Sánchez, tan vapuleado internamente desde que accedió a la secretaria general en dura pugna con Madina, tiene todo el derecho del mundo a optar de nuevo al puesto de primer ejecutivo del PSOE. Lo segundo, es que es una tarea titánica porque todo brilla en su contra. Y la tercera, que ni unos ni otros deberían jugar con las cosas de comer, esto es, ´hurgar aún más en la herida porque la socialdemocracia en España es tan perentoria y necesaria que es más que una formación política.

Andalucía

Todo parece indicar, sobre todo, después de las palabras de Felipe González, que Susana Díaz tiene la intención de optar al mando en el socialismo español. Cuenta con la militancia más numerosa del país, con la experiencia partidaria de siempre y con el aval de gobernar la comunidad autónoma más poblada de España. Es decir, que a priori (porque el PSOE resulta siempre una caja de sorpresas) sale de cara al próximo Congreso Federal como virtual ganadora. Tampoco hay que echar en saco roto que es una mujer con las ideas básicas para liderar una formación como el PSOE: unidad de España, redistribución de la riqueza e igualdad de oportunidades.

Sánchez cometió errores de bulto durante su corto espacio de tiempo en el que estuvo al mando del partido. Tampoco las circunstancias eran fáciles, sobre todo, después de que la cuenta de resultados electorales eran precisamente para tirar cohetes si no todo lo contrario.

Gestora

Se acusa al actual equipo que dirige el Partido Socialista de tomarse atribuciones que no le corresponden. En funciones. Podría ser pero si se mantienen mano sobre mano será un hecho cierto y descriptible que la comunidad socialista se disgregará aún más. Javier Fernández está demostrando sólo no sólo responsabilidad de Estado, también prudencia y sentido de la realidad que es lo que le faltó precisamente al anterior secretario general.

Se les urge a convocar el Congreso. Naturalmente. Pero supongo que no antes de que lo tengan medianamente atado para no volver a ofrecer espectáculos indignos de un partido que gobernó España durante 22 años, amén de que gobierna actualmente muchos territorios y grandes ciudades.