La Roca es un barrio de Málaga colindante con el estadio de fútbol de La Rosaleda. Desde hace mucho tiempo sus vecinos vienen denunciando que sufren situaciones de inseguridad cada vez que juega el equipo de la capital, una situación que ha ido in crescendo.

La ocupación y la toma del barrio por grupos ultras como el Frente Bokerón, como han explicitado responsables de la mancomunidad de propietarios, se traduce en que holligans se trasladen a la barriada de La roca desde 12 horas antes de cada partido dando rienda suelta al consumo de alcohol, drogas, a tirar bengalas, orinar en la calle e incluso, amenazar a los vecinos que protestan. P

Pero desde esta madrugada, las amenazas se dirigen ya hacia el portavoz socialista Dani Pérez, al que en un vídeo grabado tras la noche de fiesta y kedada en una de las plazas del barrio, se ve como en tono agresivo, gritan “Dani Pérez, hijo de puta”. Del mismo modo, avisan de que no se irán del barrio (“De La Roca no nos moverán”) y seguirán con las “hazañas” y kedadas violentas que tienen al barrio inquieto y al vecindario sin dormir.

El socialista Dani Pérez, portavoz municipal de la oposición en el Ayuntamiento de Málaga, ha hecho bandera de sus reivindicaciones ante el equipo de Gobierno del PP, de este conflicto y de este populoso barrio. Contacta con sus vecinos, habla con los directivos de la Mancomunidad y atiende y traslada sus peticiones. Pero desde el Ayuntamiento que preside Francisco de la Torre, no se da repuesta alguna a esta y otras, situaciones que sufren los residentes de La Roca.

El PSOE denuncia y el Alcalde no hace nada

Pero no es solo este conflicto el que vive La Roca. Esta zona sufre también actos vandálicos y, sobre todo, falta de vigilancia por parte de la policía local. Los socialistas han denunciado que “mientras el Ayuntamiento sigue estudiando cómo prevenir los actos vandálicos que se perpetran cada fin de semana tras partidos en La Rosaleda y los vecinos no ponen un pie en la calle por miedo, el pasado sábado los ultras se han liado a pedradas contra un domicilio” rompiendo ventanas y mobiliario en el interior. 

La situación es tan extrema que los vecinos de La Roca han llegado a recoger firmas urgiendo al equipo de gobierno a que dote de vigilancia policial la zona en los días de partido. “Tenemos miedo de salir a la calle… llevamos así meses, pero esto está alcanzando una temperatura que nos preocupa mucho”, denuncian los vecinos de la barriada ante el portavoz socialista Dani Pérez, tras reunirse con ellos.

El Grupo Municipal Socialista decidió defender en la comisión de Seguridad del Ayuntamiento una moción para que “el alcalde deje ya de estudiar cómo garantizar la seguridad en la barriada de La Roca y comience a hacerlo”, después de que cada fin de semana después de un partido en La Rosaleda “cientos de ultras se den cita en la plaza para beber alcohol, tirar bengalas, orinar en la vía pública, consumir drogas, vociferar” y, desde este pasado sábado, “sufrir agresiones y atentados en la propiedad privada”.

Por todo ello, el portavoz socialista ha comenzado a ser el centro de la ira de estos desalmados como se aprecia en el vídeo grabado este domingo a las siete de la mañana. Si es grave que se haya llegado a esta situación de amenazar y ofender gravemente a Pérez por defender a los vecinos, más grave es aún que el Ayuntamiento no destine policía local para vigilar a estos desalmados. Como en otras ocasiones, en esta ocasión solo han ido agentes de la Policía Nacional que ha dispuesto de cuatro furgones, mientras que el Ayuntamiento no ha destinado ni un solo Policía Local para este altercado. Hasta el momento del comienzo del partido han continuado escuchándose insultos al portavoz socialista, por cierto, habitual asistente al estadio como aficionado al futbol y al equipo local. Probablemente, Dani Pérez se encuentre en el interior del estadio y los vándalos amenazantes por allí también. Otra situación de riesgo.

Y, mientras, 300 vecinos asustados en sus casas que no han salido este domingo por la mañana, porque han comenzado a llegar a las 7 de la mañana. Increíble en la idílica Málaga.