Martes, 8.05.- Periodismo francotirador de la extrema derecha. Portadas con los muertos por delante. Lo llaman homenaje.

Martes, 8.35.- A los vecinos, una gente extraordinaria, se les oyen ayes y quejumbres. Los chinos se han divorciado a porrillo, alcanzo a oír. Es mentira que la banda sonora del confinamiento sea la del Dúo Dinámico. Son los Chunguitos.

Martes, 12.45.- Dice la oposición de Portugal que sería antipatriótico cargar las tintas contra su Gobierno en estos duros momentos. En Portugal deben tener unas patrias distintas. Igual nos podían prestar alguna más llevadera, sin tanto tormento, una cesión con derecho a compra.

Martes, 13.02.- No recuerdo yo, sostiene mi altocargo, que hubiera muchas gesticulaciones y poses para los medios en los Pactos de la Moncloa que nos sacaron de la cueva de la dictadura política, económica y social. Cómo crecieron, Miguel  Hernández, aquellos olivos: tierra callada, trabajo y sudor. Para estas cosas de los grandes pactos se oye hablar muy bien de las reuniones a puerta cerrada.

Martes, 13.33.- Para ser portavoz de un grupo político, bien en el Congreso, bien en el Parlamento, sólo hay que ir a una clase, esa en la que les enseñan a repetir como cacatúas: en nuestro partido no admitimos ninguna lección (añádase aquí lo que proceda: transparencia, honradez, libertad, eficiencia...). Y ya tenemos a él con su corbatón o a ella con pañuelo de Loewe y el índice apuntando al cielo, donde debe estar Dios y los mejores planos de televisión.

Martes, 15.52.- El debate de la sobremesa de hoy ha versado (antigüito, eh?) sobre los restaurantes de mañana. Que si burbujas, que si mamparas, que si camareros con escafandras, gazpachos por vía intravenosa. Hasta yo, que soy refractaria a los mariscos y sus olores, tuve un rapto de nostalgia de esos sitios de suelo de cemento alfombrados de cabezas de gambas y espuma de cerveza y gentes con gomina, feliz y gritona.

Martes, 16.45.- La memez cunde más que la pandemia. Todas las propagandas sólo tienen un amoral afán: presumir de menos muertos que los otros. Si va de eso el tema, en mi pueblo no se ha oído de ningún muerto que se sepa. Fuentes cercanas a quien lo debe saber aseguran que “extraoficialmente no hay ninguno”. Mairena Independiente Ya.

Martes, 18.52.- Ya tenemos de vuelta a los equidistantes. Hay un ruido de bulos sobre los bulos a lo que las extremas derechas llaman censura y aquí tenemos velozmente a los equidistantes diciendo que, hombre a ver, que entre hunos y hotros, vamos a poner en peligro la libertad. Sépase que un equidistante de verdad lo primero que quiere que todo el mundo sepa es que él/ella mea colonia y está muy por encima de esas batallas groseras de los mortales “de los dos bandos”. Y se sube a las tribunas con ese asquito displicente a trinar contra las tentaciones totalitarias de los hunos y de los hotros. Hoy he leído a un reputado que la sociedad “restringe la libertad de pensamiento y la independencia intelectual” (sic), y claro, “entre tantos bandos y banderas” el más perjudicado es el que no pertenece a ninguno. El pobre.