El pasado 15 de enero, se desató una serie de toxiinfecciones alimentarias en Córdoba. El origen fue el montadito de pringá servido en una taberna de la ciudad andaluza: ‘La Sacristía’. La presencia de la bacteria infecciosa Clostridium prefingens en este plato causó al menos 44 infectados y un fallecido por intoxicación. Asociaciones de consumidores, como Facua, denunciaron que la Junta de Andalucía, que dirige Juan Manuel Moreno Bonilla, había incumplido el protocolo ante alertas alimentarias. Ahora, mientras la Consejería de Salud sigue sin dar explicaciones, el establecimiento ha sido cerrado “por vacaciones”.

Los afectados que acudieron a los servicios sanitarios, coincidían en haber consumido el montadito de pringá de ‘La Sacristía’. Esto llevó a las autoridades a realizar análisis en muestras de este plato típico andaluz, que confirmó la presencia de la bacteria infecciosa que estaría detrás de las intoxicaciones. Desde Facua señalan a la Junta de Andalucía, entre otras cosas, por “no decretar el cierre provisional” del local. Ahora, según publica Rubén Sánchez, portavoz de la asociación, el bar ha colgado un cartel un desenfadado cartel en el que se lee lo siguiente: “Cerrados por vacaciones del 27 de enero al 3 de febrero. ¡¡Nos vemos a la vuelta!!”.

Se desconoce el motivo real de estas “vacaciones”, ya que la credibilidad de los responsables de ‘La Sacristía’ es, como mínimo, cuestionable. El motivo son sus explicaciones en los días posteriores a las intoxicaciones, las cuales “han sido falsas”. En conversaciones con ElPlural.com, Rubén Sánchez ha señalado que el director del negocio, a quien se pudo ver bailando en un video compartido en redes tan solo un día después de la noticia, “intentó desviar la atención” de la investigación, alegando que “no había ni un solo intoxicado que hubiera consumido en su local”, relata Sánchez.

La Junta tardó 48 horas en mandar a la inspección: "Deben dar explicaciones"

A medida que ha ido trascendiendo más información, “se ha desmontado todo”. Facua tiene certeza de, al menos, 25 casos de intoxicados que habían consumido en el local. A la falta de diligencias por parte del personal de ‘La Sacristía’ se suma la dudosa gestión por parte de la Junta de Andalucía. La asociación de Sánchez, junto a la formación Por Andalucía, han reclamado que Rocío Hernández, consejera de Salud y Consumo del Ejecutivo de Moreno Bonilla, comparezca ante el Parlamento Andaluz para “dar explicaciones”.

El área de Hernández afirmó que tuvo conocimiento de las intoxicaciones el día 13 de enero, nueve días más tarde de la fatídica comida de cumpleaños que resultó en la intoxicación de “40 personas, una de las cuales ha muerto”, publicaba el portavoz de Facua. No fue hasta 48 horas más tarde cuando la Consejería ordenó tomar muestras en ‘La Sacristía’. A esto se suman varios hechos, señalados por Sánchez en su conversación con este medio. La consejera “tiene que explicar por qué tardaron tantos días en abrir el correo de una usuaria afectada”, además de “por qué tardaron dos días más en mandar la inspección”.

El informe de la Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Consumo no llegó hasta el lunes 20 de enero. En él se confirmó la presencia de la bacteria infecciosa en las muestras congeladas de montadito de pringá analizadas. Desde Facua reprochan al área de Salud Pública que, además de no haber decretado el cierre de ‘La Sacristía’, el nombre del establecimiento no aparezca en ningún momento en los informes publicados.

Los hospitales privados "incumplieron el protocolo"

Además de la demora de la Junta en pasar a la acción, hay un factor más a sumar: la actuación de los hospitales. Las intoxicaciones con la bacteria Clostridium perfringens tienen un periodo de incubación estimado de doce horas. Esto quiere decir que las personas que consumieron los montaditos de pringá infectados el 4 de enero, tuvieron que pasar por los servicios sanitarios días antes de que la Junta de Andalucía tuviese conocimiento del caso. De este hecho se deduce que los hospitales “incumplieron el protocolo”, que determina que cuando un paciente acude a un centro por intoxicación alimentaria, “se debe comunicar de inmediato a la Junta de Andalucía”, expone Sánchez, para dar cuenta de una posible amenaza a la salud pública lo antes posible.

En concreto, el portavoz de Facua señala al Hospital San Juan de Dios de Córdoba, así como a la Cruz Roja. Les acusan de haber incumplido dicho protocolo, hecho que han denunciado ante la Junta de Andalucía. A día de hoy, sigue sin producirse la comparecencia de la consejera, a la que Facua planteará también si planean “abrir expediente sancionador” a los centros sanitarios privados que no notificaron las intoxicaciones, a pesar de venir todas del mismo restaurante.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio