El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, se encuentra en el momento más complicado de su mandato desde que asumiera la presidencia de la Junta de Andalucía. Las situaciones de crisis se acumulan y encadenan en San Telmo, pues es salir del paso de un embrollo y meterse en el siguiente. Ha ocurrido con la crisis de los cribados del cáncer de mama y con la situación del caso mascarillas en Almería, en un último tercio de año completamente olvidable para el mandatario 'popular'. Las elecciones autonómicas quedan lejos aún, pero no tanto, y el presidente autonómico puede ver amenazada su mayoría absoluta ante la buena salud de Vox y ante la movilización del electorado progresista.

La sanidad andaluza está en un punto crítico. Las listas de espera crecen, las urgencias colapsan y la atención primaria se mantiene en la precariedad. Ante un sistema tensionado que ha tenido en la crisis del cribado de cáncer de mama uno de los golpes más duros que ha recibido la Junta en mucho tiempo, Moreno Bonilla empieza a notar la debilidad. No supone solamente un error técnico que ha afectado a más de 2000 mujeres, sino que también es la consecuencia de unas políticas que, en la práctica, han debilitado la sanidad pública. La Asociación de Mujeres contra el Cáncer de Mama, Amama, ha denunciado que el plan de choque elaborado por el Gobierno de Moreno Bonilla, dotado con 705 millones de euros y la contratación de 101 profesionales, "no contiene ninguna partida dedicada específicamente a los cribados; al menos, no la identificamos, ni a la atención específica del cáncer de mama". "Las mujeres afectadas por la negligencia necesitan que el Gobierno andaluz cumpla con lo prometido y detalle en el presupuesto que incrementarán la plantilla del SAS en 2026", insiste la entidad, que profundiza en uno de los escándalos que más credibilidad han restado al gobierno autonómico en los últimos años.

Entre otros puntos a tener en cuenta, la asociación exige atención psicológica a las mujeres que sufren la experiencia de un cáncer ginecológico, incorporando psico-oncólogas/os en todas las unidades de mama y servicios de oncología ginecológica; asegurar tratamientos de rehabilitación "completos y suficientes" a todas las mujeres afectadas por mastectomía en caso de que sean mujeres afectadas por la negligencia del cribado; y establecer circuitos preferentes para la atención a mujeres con cáncer e informar de ellos a las asociaciones y ciudadanía.

De los cribados... al caso mascarillas de Almería

Y con la crisis de los cribados todavía sin superar, al PP andaluz le ha aflorado un nuevo escollo: el escándalo de las contrataciones presuntamente irregulares en el conocido como ‘caso mascarillas’ en el Partido Popular de Almería. Una polémica que ha hecho que todo el escenario político andaluz vuelque su agenda hacia la misma, con el PSOE pidiendo explicaciones a la Junta de Juan Manuel Moreno Bonilla ante un presunto "pacto de silencio" con los cargos implicados.

Por su parte, el secretario general de los socialistas almerienses, José María Martín Fernández, ha lamentado este viernes que los populares pretendan "pasar página" de la investigación que está teniendo lugar en el Juzgado de Instrucción número 1 de Almería pese a ser, según consideran, "posiblemente la mayor trama de corrupción que ha conocido" Almería.

En estos términos, el PSOE-A ha denunciado la posible existencia de un "pacto de silencio" entre Moreno Bonilla y Javier Aureliano García, presidente de la Diputación de Almería dimitido este viernes de su cargo. En este sentido, y sobre los cambios anunciados por el PP andaluz tanto en clave institucional en Almería como en la organización interna del partido, consideran que "no tapan en absoluto que una red de presuntos delincuentes" haya actuado dentro de la Diputación provincial. Martín Fernández ha recordado así que el abogado del ya expresidente de la Diputación de Almería aseguró que la investigación comenzó en 2016, cuando Gabriel Amat era presidente de la Diputación y Javier Aureliano García ocupaba la vicepresidencia, lo que abre muchos interrogantes sobre el alcance de las presuntas mordidas en contratos públicos y sobre quiénes podrían haberse beneficiado.

A ojos del PSOE, estos hechos confirman que no se está atendiendo a "un ‘caso mascarillas’, sino el caso PP de Almería" con ramificaciones “aún por determinar”. Unas declaraciones a las que ha añadido que este viernes se ha conocido hasta 17 personas investigadas en la causa, por lo que ha exigido consiguientes respuestas por parte de la Junta al respecto: "Queremos saber si ha hecho algo, si ha movido un solo dedo para desarticular esta presunta organización delictiva que, al parecer, operaba desde hace años con absoluta impunidad", ha instado.

Así las cosas, el Ejecutivo autonómico de Moreno Bonilla vive su momento más bajo desde 2019, con crisis encadenadas ante las que el líder 'popular' no ha tenido una respuesta convincente y de las que la oposición, tanto a izquierdas como a derechas, ha podido sacar tajada discursiva y empezar la campaña antes de tiempo. Serán unos largos meses de aquí al verano de 2026, cuando los andaluces están llamados a las urnas.

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