Ahora que la ciudadanía se indigna por las revelaciones de Rocío Carrasco, que incluso la clase política se escandaliza con los detalles de la tortuosa relación con su ex marido Antonio David Flores y que la calle se sorprende por las duras acusaciones de la hija de Rocío Jurado por haber sufrido presuntamente maltrato y enormes vejaciones de su ex pareja, conviene recordar que en el día a día, tal vez algunos responsables institucionales no recogen en sus decisiones ese malestar que hoy se nos muestra y al que hoy se suman oportunistamente por la emisión de un documental que denuncia el horror del machismo en su grado más extremo.

Niegan la calle a Ana Orantes

Traemos a colación lo acontecido la pasada semana en el Ayuntamiento de Málaga gobernado por el PP y Ciudadanos. Los socialistas, a propósito del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y el cambio de nombres a las calles que aún quedan representando a figuras relevantes del franquismo, denunciaron que la comisión de calles había desestimado que Ana Orantes, la primera mujer asesinada por un caso reconocido de violencia de género, tuviera una vía rotulada con su nombre porque ella no era de Málaga. Dicha decisión, difícil de entender, fue firmada por el alcalde, Francisco de la Torre, del Partido Popular.

ana orantes
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Si estuviese Vox…

La concejala socialista defensora de la iniciativa, Lorena Doña, acusó a los miembros del equipo del Gobierno (concejales del PP, la edil de Ciudadanos y el tránsfuga naranja) que "si Vox tuviera un escaño en el Ayuntamiento, quitarían por acuerdo institucional el nombre de Carmen Olmedo de nuestras calles". Olmedo, malagueña fallecida hace poco más de cinco años, es toda una referencia feminista, impulsora de las primeras políticas de igualdad de género en Andalucía y pionera en la lucha contra la violencia machista".

Choca la negativa del gobierno local a esta iniciativa cuando al mismo tiempo, incumpliendo la Ley de Memoria Histórica, permite que destacados militares franquistas sigan viendo enaltecido su nombre en las calles de Málaga. Es el caso de García Morato y de Carlos de Haya entre otros personajes destacados de la Dictadura. Sin embargo se le niega una calle a la figura de Ana Orantes que fue asesinada por su esposo en 1997 después de que ella, valientemente y mucho más hace casi un cuarto de siglo, reveló los malos tratos que recibía ante las cámaras de televisión. Su ejemplar y firme gesto condujo a reformas esenciales para proteger a las víctimas de violencia machista.

Pero si el hecho de denegar el dar nombre a una calle a Ana Orantes es sorprendente, produce perplejidad que la justificación de la concejala de Cultura, Noelia Losada y portavoz de Ciudadanos, haya sido, como afirmó, que "uno de los requisitos para que se le dé nombre a una calle es que la persona en cuestión sea referente para la ciudad o sea malagueño o malagueña".

¿Kennedy era malagueño?

La respuesta de la concejala socialista fue contundente y desarmó a la teniente de alcalde naranja. Doña le preguntó con ironía a Losada si  “el ex presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy, que tiene su nombre en una plaza del distrito de Ciudad Jardín, era malagueño. También la desautorizó al recordarle como más de 50.000 firmas de malagueños han pedido una calle para el cómico, también malagueño, Juan Rosa Mateo ‘El Pulga’, además del nombramiento de una plaza, que actualmente no está nominada, para el humorista Manolo Doña, que sí era vecino de Ciudad Jardín”.