Cuando estamos dentro de las grandes ciudades, no vemos la contaminación. Si fuera algo tan evidente que pudiéramos percibirlo a simple vista, quizá haríamos algo más por evitarlo. Porque luego cuando nos alejamos y vemos el sombrero gris que cubre la ciudad donde vivimos nos llevamos las manos a la cabeza.

Sentinel 5p

Aunque hay otra manera de ver la contaminación. El pasado mes de octubre entró en funcionamiento el satélite Sentinel 5P. Su misión es la de monitorizar y fotografiar la contaminación en el continente europeo en especial, pero también toma medidas e imágenes de todo el planeta. El Sentinel forma parte del programa Copérnico de la Unión Europea que está disponiendo varios satélites sobre el continente con diferentes funciones. En este caso, los ingenieros de la misión aseguran que este nuevo satélite podrá tomar mejores medidas de los diferentes contaminantes y distinguir su concentración. Es algo que se puede ver en las primeras imágenes que ha servido. En una vemos cómo los agentes contaminantes se concentran en las zonas más pobladas y más industrializadas. En una de estas instantáneas vemos cómo el Valle del Po en el norte de Italia, la cuenca del oeste de Alemania y el centro de la península Ibérica se destacan con un potente y preocupante color rojo. Es el tono que toman las concentraciones altas de dióxido de nitrógeno en el aire.

Dióxido de nitrógeno

En una visión más cercana, del noreste europeo podemos apreciar cómo este mismo compuesto, el dióxido de nitrógeno, también está muy presente sobre los Países Bajos y en la cuenca del Ruhr de Alemania, un espacio tradicionalmente muy industrial al que en los últimos años se ha unido un gran crecimiento demográfico. Lo que todavía queda por ver es si estas imágenes servirán para algo. Si una vez que nos tomamos las molestias e desarrollar y poner en e espacio un satélite que vigile la contaminación, sus lecturas servirán para crear políticas e iniciativas que la combatan.