Es el equivalente a nueve pirámides de Giza. Todos esos residuos electrónicos, casi 45 millones de toneladas, generamos en 2016 en todo el mundo. Solo el 20% de ellos se recolectaron y reciclaron, a pesar de que contenían ricos depósitos de oro, plata, cobre, platino, paladio y otros materiales de gran valor para ser reutilizados. Y lo que es peor: Naciones Unidas, en su análisis análisis Global E-waste Monitor 2017, calcula que para 2021 sobrepasaremos los 50 millones. Los países que más desechos electrónicos generan son Australia y Nueva Zelanda, con 17,3 kilos por persona. El continente americano generó 11,6 kilos de residuos electrónicos por habitante en 2016, y solo recicló el 17%, un porcentaje similar al de Asia (15%). Sin embargo, el continente asiático genera tan solo un tercio de los residuos por habitante.

Los aparatos que generan más residuos

Aparatos pequeños como aspiradoras, microondas, equipos de ventilación, tostadoras, máquinas de afeitar eléctricas, calculadoras, radios, cámaras de vídeo y juguetes eléctricos, generaron 16,8 toneladas de residuos en 2016. Se espera que para 2020 esta cifra crezca un 4% cada año. Los aparatos grandes, como lavadoras, secadoras, lavavajillas, hornos eléctricos, impresoras y paneles fotovoltaicos generaron 9,2 toneladas de residuos en 2016, cuyo crecimiento anual hasta 2020 se estima, también, en un 4%. Los aparatos denominados de cambio de temperatura, donde destacan las neveras, congeladores, aires acondicionados y calentadores, generaron 7,6 toneladas de residuos en 2016, y se calcula que crecerán un 6% anualmente. Por último, los aparatos de telecomunicaciones pequeños, como móviles, ordenadores, calculadoras o sistemas de GPS, entre otros, generaron casi 4 toneladas de residuos en 2016, con un crecimiento proyectado del 2% cada año.