El Ayuntamiento de Madrid presentó ayer el Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático del Ayuntamiento, y estudia anticipar, a las diez de la noche aproximadamente, el aviso a la población en caso de restricciones del tráfico resultantes de altos niveles de contaminación, según ha explicado la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, tras la experiencia de los pasados días, cuando los niveles de contaminación se aproximaron en la capital al escenario 3, por primera vez, un escenario que contempla la restricción de aparcamiento en la ciudad y prohíbe la circulación de la mitad de los coches en función de su matrícula par o impar. Aunque en la noche del martes al miércoles se levantaron las restricciones porque descendieron los niveles de NO2 (dióxido de nitrógeno) registrados en las estaciones de medición de la Red de Vigilancia, Predicción e Información de la Calidad del Aire, y no se cumplían las condiciones para activar el protocolo, es decir que se superen los niveles en dos estaciones de una misma zona durante dos horas consecutivas. Justo estos días, se ha publicado el estudio “Plantando aire sano”, de la organización The Nature Conservancy, sobre el impacto de los árboles en la salud humana en 245 ciudades del mundo, y en él, Madrid y Barcelona figuran entre las diez ciudades europeas que mayores beneficios podrían obtener de una mayor inversión en arbolado urbano, entre ellos reducir el polvo en suspensión provocado por la contaminación y amortiguar las altas temperaturas durante las olas de calor, que en gran parte proviene de la contaminación de la quema de combustibles fósiles, y causa de la muerte de más de tres millones de personas cada año.

Los árboles eliminan hasta un cuarto de la contaminación

Y es que los árboles son capaces de eliminar hasta un cuarto de la contaminación generada por este problema en un radio de 100 metros alrededor de cada uno de ellos, ya que filtran el aire viciado y son una barrera eficaz para los residentes de la zona. Los árboles ayudan además a luchar eficazmente contra los efectos del calor urbano, calificado por The Nature Conservancy como el “desastre climático más letal” que enfrenta el mundo entero, ya que pueden refrescar en torno a 2 grados centígrados. Bucarest (Rumanía) encabeza la lista de ciudades europeas que mayor retorno sobre la inversión pueden obtener con una acción de este tipo para la reducción de partículas en el aire y, en el caso de España, Barcelona y Madrid, figuran en segundo y cuarto puesto. Las ciudades con alta densidad demográfica, niveles elevados de contaminación y temperatura y un coste reducido de plantación de árboles presentan el mayor retorno sobre la inversión, con países como India, Pakistán y Bangladesh en los primeros puestos de la clasificación mundial. Esta investigación ha demostrado que una inversión mundial anual de 100 millones de dólares (91 millones de euros), 3,63 euros por habitante, en plantación de árboles, puede ayudar a vivir en ciudades más frescas, con una reducción medible de la contaminación por polvo en suspensión a 77 millones de personas.