Según un estudio realizado por la Universidad de Plymouth, que ha examinado la masa, la abundancia y el tamaño de las fibras presentes en las aguas residuales durante cada uso de una lavadora doméstica, se pueden desprender más de 700.000 fibras de microplásticos tras lavados de tejidos sintéticos a temperaturas normales de 30 y 40 grados centígrados, y gran parte puede superar la depuración y acabar en la naturaleza. Para el estudio, dirigido por el estudiante de doctorado Imogen Napper junto con el profesor Richard Thompson –toda una autoridad en microplásticos y desechos marinos con más de 20 años de trayectoria-se lavó una serie de artículos de poliéster, acrílicos y de poliéster-algodón a 30ºC y 40ºC, usando varias combinaciones de detergente y suavizante. A continuación se extrajeron fibras a partir del efluente de residuos, y se examinaron usando un microscopio electrónico para determinar el tamaño típico y cualquier diferencia en masa y abundancia entre los tratamientos. Los resultados, publicados en Marine Pollution Bulletin, confirman que el lavado de la ropa es una fuente importante de fibras microscópicas dentro del medio acuático. Además, se calcula que la cantidad de microplásticos en el entorno podría aumentar en las próximas décadas, y hay preocupación por la posibilidad de que tenga efectos nocivos si se ingieren. La investigación encontró que el lavado de una carga promedio de 6 kilos de lavado podría liberar un estimado de 137.951 fibras de tejido de mezcla de algodón y poliéster, 496.030 fibras de poliéster y 728.789 de acrílico. La mezcla de algodón y poliéster arrojó un menor número de fibras que los otros dos tipos de tejido, independientemente de los tratamientos diferentes, y la adición de biodetergentes o acondicionadores tendía a liberar más fibras.