China y Estados Unidos, el primer y el segundo emisor de dióxido de carbono de origen humano en el mundo, responsables en total del 38% de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, por fin han ratificado el Acuerdo de París (COP21) que tiene por objetivo la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que la temperatura global no sobrepase en dos grados por encima de los niveles preindustriales. El acuerdo, el más ambicioso de la historia en estos fines, se redactó hace ya un año en la Cumbre del Clima (COP 21), y hasta ahora habían sancionado solo veinticuatro países, cuyas emisiones sumaban apenas el 1% de la suma global de emisiones de todo el planeta. China, por su parte, anunció su decisión el día antes de que comenzase la cumbre del G20 de la que es anfitriona, en la ciudad de Hangzhou. La Asamblea Nacional Popular china votó a favor, en su sesión bimensual, de adoptar este texto supone el compromiso de la superpotencia asiática de alcanzar su pico de emisiones en 2030, y aumentar la proporción de sus fuentes de energías no contaminantes hasta un 20% del total. Horas más tarde a China, era Estados Unidos el que ratificaba el acuerdo, comprometiéndose así a reducir sus emisiones en un 28% en 10 años.

Faltan 55 países

Con todo, habrá que esperar a que 55 países que sumen el 55% de las emisiones globales se decidan a sumarse al acuerdo para que éste entre en vigor. Con todo, se espera que el ejemplo de estos dos grandes países, cuya cooperación fue incluso decisiva para la redacción del COP21, anime a otros estados a incorporarse a este documento. De hecho, según el asesor de Obama, más de 55 países han expresado públicamente el compromiso de ratificar el acuerdo antes de que termine el año y una veintena de ellos ya se han unido formalmente a él. Entre los que están ultimando el proceso de ratificación se encuentran Brasil, Argentina, Corea del Sur y Japón, detalló Deese.