El grupo Inditex, dueño de enseñas como Zara o Massimo Dutti, ha logrado un beneficio neto de 1.256 millones de euros durante este primer semestre fiscal (cerrado en julio), el 8 % más que el curso pasado, con un incremento de ventas del 11 %, hasta los 10.465 millones.

Las ventas subieron el 16 %, según ha informado este miércoles la compañía, que ha destacado que en términos comparables (tiendas que llevan abiertas más de un año y, por tanto, descontadas las nuevas aperturas), la facturación ha subido el 11 %.

El resultado bruto de explotación ha mejorado el 7 %, hasta los 2.112 millones de euros, según Inditex, que en los últimos doce meses ha generado 9.932 empleos, 2.421 de ellos en España como consecuencia del efecto "sede", su expansión internacional y el incremento de la capacidad operativa de sus instalaciones.

En un comunicado, el presidente del grupo, Pablo Isla, ha destacado la importancia de la integración de tiendas físicas y online y ha afirmado que ambas son partes de una misma realidad, "impulsada con plataformas como la de pago por móvil, iniciativas tecnológicas en las que vamos a seguir profundizando".

En su primer semestre, Inditex ha abierto 83 tiendas en 38 países, con lo que al cierre de julio sumaba 7.096 establecimientos en 91 mercados, en 39 de los cuales también vende a través de internet y a los que en octubre se sumará Turquía.

Por zonas geográficas, en el primer semestre España ha mantenido su peso en la facturación global del mayor grupo de distribución textil del mundo, que ha logrado en su país de origen el 17 % de sus ventas.

El resto de áreas también han mantenido sus respectivos pesos, con el 25 % en el caso de Asia, el 15 % en el de América y el 43 % el resto de Europa.

Por enseñas, las ventas de Zara han crecido el 13 % (6.957 millones), las de Pull&Bear el 6 % (681), las de Massimo Dutti el 8 % (720 millones), las de Bershka el 6 % (893), las de Stradivarius el 2 % (607), las de Oysho el 8 % (229), las de Zara Home el 17 % (343) y las de Uterqüe el 9 % (36 millones).

La compañía ha cerrado el periodo con una deuda financiera corriente de 126 millones de euros, frente a los 10 de un año antes, y con una posición financiera neta positiva de 4.923 millones, el 13 % más.