Rosa María Freire es la jueza que ha procesado al PP por el borrado y destrucción de los discos duros que Luis Bárcenas utilizaba en la sede del partido. En la misma causa también ha procesado a altos cargos de la formación, concretamente a la actual tesorera y gerente, Luis  Carmen Navarro, al asesor jurídico del partido, Alberto Durán y al director del sistema de información José Manuel Moreno. Ese material era importante para la investigación de la Audiencia Nacional en torno al dinero negro que se manejaba en Génova 13.

Ante la gravedad de la investigación el PP ya había intentado desacreditar con anterioridad a Freire, hasta el punto de que asociaciones de jueces tuvieron que salir a defender a la magistrada. Pero los populares siguen en ello y más después de que Bárcenas haya abandonado la acusación en esa causa según él por razones económicas -OK Diario asegura que a cambio de un trato más favorable por parte de la Fiscalía a su mujer, también procesada-. Apenas un día después del paso atrás de Bárcenas los populares se han precipitado a recusar a Freire.

El escrito de recusación, según recoge ABC, alega que existe “una relación más que evidente” entre Freire y el PSOE y se daña la apariencia de imparcialidad que el Tribunal Supremo exige a un juez. De hecho llegan a comparar este caso con las recusaciones de los jueces López y Espejel en el juicio de Gürtel por sus vínculos con el PP. Como prueba de ello argumentan que Freire fue propuesta para la Audiencia Nacional por un exparlamentario del PSOE, el vocal del CGPJ Álvaro Cuesta Martínez. También alegan que fue la ponente propuesta por el PSOE en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados en la que se debatía la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en aquel debete “fue extraordinariamente crítica con el proyecto de reforma del Partido Popular”.