Un cordón policial impidió que los manifestantes republicanos expresaran su disgusto con el nuevo rey. Foto: Luis Marchal



Sol parecía el parking de la Policía. La medida disuasoria era clara. Los accesos a la plaza estaban totalmente controlados. Hasta las 19:45 horas de este jueves, día de la proclamación de Felipe VI, apenas se veía algún símbolo republicano en la zona. Los manifestantes estaban convocados para las 20:00 horas. Pero, 15 minutos antes, un grupo de personas que estaba congregado junto a la tienda de Vodafone empezó a desplegar sus banderas. “Basta ya de Estado policial”, fue la primera consigna, aunque no la última.

“Felipe, ¿quién te ha votado?”
Los policías, con mucho miramiento, acordonaron a esos primeros manifestantes, a la vez que les recordaban que no podían manifestarse. Objetivo, que la situación no se desmadrase. Si bien, éstos empezaron a moverse en dirección a la calle de Alcalá, incluso organizaron una cabecera, con pancarta incluida. El grupo se ampliaba. Se escuchó gritos de “Felipe, ¿quién te ha votado?”, “ha vuelto Franco” y “España, mañana, será republicana”.

“La voz del pueblo no es ilegal”
De repente, llegó otra cabecera. Hábilmente, los policías las dejaron divididas, como si se tratara de dos manifestaciones distintas. Los protestantes estaban circunscritos a dos pequeñas áreas determinadas. “La voz del pueblo no es ilegal”, se repetía constantemente.

“No hay dos sin tres, república otra vez”
Los ánimos se caldearon paulatinamente. Las personas que defendían la República y el derecho a votar entre ésta y la Monarquía ya ascendían a un número peligroso. Serían unas 300 aproximadamente. “No hay dos sin tres, república otra vez” y “Libertad de expresión”, eras otras de las consignas lanzadas. Los policías se pusieron los cascos, por si las cosas se ponían feas.

“Ahí están, ésos son, los piquetes del Borbón”
Los gritos se acrecentaron. Las consignas cada vez eran más fuertes. “Verdad, justicia, reparación. Ni olvido ni perdón”, “asesinos”, “libertad, libertad, detenidos por luchar”, “no hay otra manera, o con la Monarquía o con la clase obrera” o “ahí están, ésos son, los piquetes del Borbón”, fueron algunas de ellas.

“Tenemos un Estado policial”
David Cobos, de 26 años, declaró que “el derecho de manifestación es constitucional. Ellos [por los policías] pueden usar la plaza para lo que quieran. Es una excusa para arrinconarnos”. Luis, de 66 años, se preguntó: “Si Felipe es el Rey de todos los españoles, ¿por qué no nos dejan explicarnos? Tenemos un Estado policial”, apuntilló.

La coordinadora 25-S ha criticado duramente el excesivo despliegue policial. (Foto: Luis Marchal)



“Vergüenza, vergüenza”
En un momento dado, no habían pasado más de 40 minutos desde que se inició la manifestación –no autorizada– y llegó la primera carga policial. La incertidumbre y el caos reinaron durante unos instantes. Una señora, que fue golpeada, se quedó tirada en el suelo hasta que se la llevó el SAMUR. Un hombre mayor fue retenido por la Policía. “Vergüenza, vergüenza”, increparon los presentes a los policías. Como anécdota, Jorge Verstrynge, profesor universitario y exsecretario general de Alianza Popular fue detenido durante la protesta a favor de la Tercera República. Se intentó zafar, sin éxito, de los policías, por lo que se lo llevaron al interior de un furgón.

Hubo cargas policiales contra los manifestantes. Foto: Luis Marchal