Fotografía de archivo, tomada el pasado 26 de febrero, del extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas. EFE
La entrada en prisión de Luis Barcenas ha confirmado los peores temores del Partido Popular. Diversas fuentes de Génova 13 dan por hecho que una vez encarcelado, su extesorero tratará de implicar a todo el partido en la trama corrupta que sacude los cimientos del PP y que podría, tal y como ha reconocido en privado el exsecretario general del Partido Popular, Francisco Álvarez Cascos, acabar con una generación entera de dirigentes políticos.
Hasta la fecha, el Partido Popular había intentado por todos los medios que Luis Bárcenas no entrara a prisión. De ahí el papel activo que Mariano Rajoy jugó en su día para impedir que el juez Gómez Bermúdez interrogase a Bárcenas y le mandase directamente en prisión. Sin embargo, la claridad de los últimos informes remitidos a la Audiencia Nacional por parte de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria (ONIF) y de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), han dado al traste con la estrategia diseñada por el PP para que su extesorero no acabara en Soto del Real. No cabe duda de que los la simulación de falsas compraventas de arte y los movimientos de cuentas en paraísos fiscales han sido los detonantes que le han llevado a la cárcel.
Cárcel y embargo
A la prisión incondicional decretada por Ruz se suma la fianza de 28,1 millones de euros que la Fiscalía reclamaba a Bárcenas como responsabilidad civil y con el fin de garantizar que, en el caso de que sea condenado, haga frente al pago de las penas ante una futura sentencia condenatoria. Una cifra que de acabar abonándose en un futuro, provocaría el embargo de todos los bienes del extesorero del PP, dificultando así el elevado ritmo de vida del que disfruta su mujer, Rosalía Iglesias.
Cárcel y embargo
A la prisión incondicional decretada por Ruz se suma la fianza de 28,1 millones de euros que la Justicia reclama a Bárcenas como responsabilidad civil y con el fin de garantizar que, en el caso de que sea condenado, haga frente al pago de las penas ante una futura sentencia condenatoria. Una cifra que previsiblemente provocará el embargo inminente de todos los bienes del extesorero del PP, dificultando así el elevado ritmo de vida del que disfruta su mujer, Rosalía Iglesias.
La estrategia de defensa
“Todo ello hará replantearse a Luis Bárcenas su estrategia de defensa”, sostienen a ELPLURAL.COM diversas fuentes judiciales. De este modo, el extesorero podría empezar a colaborar con la Justicia, pasando de negar constantemente todas las acusaciones que se formulan sobre su persona a despejar los últimos interrogantes que se ciernen sobre la trama de corrupción ligada al Partido Popular.
A prueba de carbono 14
Una posibilidad que en Génova 13 dan por hecho a raíz de los mensajes de presión que Luis Bárcenas lleva enviando desde hace semanas a la cúpula del partido. Incluso, según el diario ABC, “al ver que nadie le echa los cables que esperaba” el extesorero ha empezado a mostrar en privado “papeles con notas de pagos supuestamente comprometedoras para la nomenclatura popular, en especial la del aznarismo, cuya autenticidad certifica a prueba del carbono 14”.
Amanzana directa
En el Partido Popular tampoco tranquiliza la gira mediática que algunos imputados en la trama corrupta han iniciado días atrás parar revelar aspectos que pueden dañar seriamente la imagen del partido. El más contundente de todos ellos ha sido Pablo Crespo, exsecretario de organización del PP gallego y número dos del caso Gürtel, quien ha advertido que “algunos de los que se ponen detrás de un atril para impartir demagogia farisaica (en referencia a los dirigentes del PP) puede que acaben como ellos en unos meses”. Es decir, en prisión.
Lo que supuestamente guarda Bárcenas
Según desveló Raúl del Pozo en el diario El Mundo, entre los documentos que Bárcenas ha guardado pacientemente todos estos meses a la espera de conocer si entraba o no en la cárcel, se encontrarían “algunos 'recibí' muy significativos”, una serie de “correos electrónicos y números de teléfono”, así como un conjunto de talones que implican “a grandes empresarios de la distribución, del vino, de la construcción, estrellas de radio o directivos de comunicación que han cambiado en estos años de compañía”.
