Tres décadas después de iniciarse uno de los escándalos más sonados que ha sacudido a la Casa Real, nuevas revelaciones sobre el material explosivo que Bárbara Rey tiene en su poder vuelven a poner en jaque al rey emérito, Juan Carlos I. Aunque la publicación de fotos y audios entre la vedette y el exmonarca ha sido suficiente para avivar el morbo mediático y desenterrar viejos secretos de alcoba, existen tres vídeos que nunca han visto la luz y que aún permanecen como una amenaza latente sobre la ya dañada imagen del rey emérito, tal y como ha publicado este domingo El País

Se trata de grabaciones que supuestamente fueron realizadas en la propia casa de Bárbara Rey. Según relata el artículo, uno de estos vídeos fue grabado en el comedor de la vivienda, mientras que los otros dos fueron filmados en el dormitorio. Lo más impactante es que estos últimos fueron registrados por Ángel Cristo Jr, el hijo de la vedette, quien se habría escondido en un armario para captar las escenas íntimas entre su madre y Juan Carlos I.

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se hizo con las cintas en su momento, pero nadie puede asegurar que no existan copias. Al igual que ocurrió con las fotos y los audios, que estuvieron circulando durante años en busca del mejor postor, estos vídeos representan una bomba de relojería que podría reavivar los escándalos de la vida privada del rey emérito, cuyas infidelidades y polémicas contribuyeron a su abdicación en 2014 y su posterior exilio en 2020.

Los audios que siguen causando polémica

Además de los vídeos, Bárbara Rey tiene en su poder audios comprometidos que también han mantenido en vilo a la Monarquía durante décadas. Los diálogos entre la vedette y el rey emérito muestran no solo la cercanía que mantenían, sino también revelaciones sobre asuntos más delicados. En una de las conversaciones ya publicadas, Juan Carlos I se refería al general Alfonso Armada, figura clave en el fallido golpe de Estado del 23-F. En esa grabación, el monarca se mostraba sorprendentemente relajado y hacía comentarios que alimentan las teorías sobre lo que realmente sabía acerca del golpe y la relación con su antiguo mentor.

“Palabra de honor, me río, cariño, de Alfonso Armada. Ese ha pasado siete años en la cárcel, se ha ido a su pazo de Galicia y el tío jamás ha dicho una palabra. ¡Jamás!”, se escucha decir al rey en uno de los audios revelados por OkDiario. Esta referencia a Armada, que fue condenado por su papel en el intento de golpe de Estado, abre interrogantes sobre lo que realmente sabía el monarca en los días previos al asalto del Congreso por parte de Antonio Tejero.

El silencio cómplice de las altas esferas

La existencia de este material no es nueva para las autoridades. Desde mediados de los noventa, cuando Bárbara Rey comenzó a chantajear al rey emérito con las grabaciones, las principales figuras políticas del país tuvieron conocimiento de su contenido. Los gobiernos de Felipe González y José María Aznar se vieron obligados a canalizar millones de euros provenientes de los fondos reservados del Estado para comprar el silencio de la vedette, garantizando que no divulgara su material sensible. Durante años, estos pagos se realizaron para evitar un escándalo que pusiera en peligro la estabilidad de la Monarquía.

Sin embargo, en 2004, cuando José Luis Rodríguez Zapatero asumió la presidencia del Gobierno, puso fin a estos desembolsos. A pesar del miedo a que el material pudiera salir a la luz, el entonces presidente socialista decidió cortar los pagos, cerrando una década de encubrimientos financiados con dinero público.

La amenaza latente de nuevos escándalos

Aunque ya han pasado años desde que se grabaron estas conversaciones y vídeos, y el rey emérito enfrenta otros escándalos relacionados con sus finanzas, el material que Bárbara Rey sigue atesorando no ha dejado de ser una amenaza. A finales de septiembre de 2023, la revista neerlandesa Privé sorprendió con la publicación de unas fotos de Juan Carlos I y Bárbara Rey en actitud amorosa, tomadas en junio de 1994. Estas imágenes, que han circulado durante años en el mercado negro, fueron finalmente vendidas por el hijo de la vedette, quien aseguró ser su autor.

El siguiente paso en esta trama sería la eventual filtración de los vídeos y audios que permanecen bajo llave. La pregunta que ronda en las altas esferas de la política y la Monarquía española es si este nuevo material, de salir a la luz, reavivará los viejos escándalos o si, tras la sucesión de polémicas que han envuelto al rey emérito en los últimos años, este será solo otro capítulo en la larga lista de controversias.

Con todo, lo que parece seguro es que el impacto de estos documentos es imprevisible. Las imágenes y grabaciones pueden añadir morbo a la historia, pero lo que realmente importa para muchos historiadores y analistas políticos es si el rey emérito tenía algún conocimiento previo sobre el intento de golpe del 23-F y qué papel desempeñó en la sombra, un misterio que sigue sin aclararse completamente.

boton whatsapp 600