La instrumentalización de las televisiones públicas por parte de algunas esferas políticas suma ahora un capítulo más. Telemadrid vuelve a posicionarse en el centro del huracán por dos decisiones que, mezcladas en una coctelera ficticia, se convierten un brebaje perfecto para disparar la indignación ciudadana. Básicamente, el ente público al servicio de Isabel Díaz Ayuso parece haberse esforzado tanto en cubrir la boda de José Luis Martínez Almeida… que las energías quedaron bajo mínimos a la hora de detectar un bulo contra Pedro Sánchez.

Sectores del periodismo siguen expresando su contundente rechazo a lo que ocurrió el pasado sábado 6 de abril en Telemadrid. La cadena pública de todos los madrileños decidió que sus servicios informativos quedasen, literalmente, al servicio del alcalde de Madrid: se programaron dos flashes informativos desde el plató de Telenoticias para cubrir las últimas horas de su enlace matrimonial con Teresa Urquijo.

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Telemadrid, volcada con la boda de Almeida…

¿La boda del alcalde de la capital goza de relevancia como para que una televisión pagada por los ciudadanos interrumpa su programación para ofrecer detalles? Posiblemente, la respuesta para una buena masa de espectadores es un rotundo "no". Y más todavía si se tiene en cuenta que, a nivel nacional, los espacios D Corazón y Socialité, de La 1 y Telecinco respectivamente, se hicieron eco de la cita. Importante matiz: espacios de crónica rosa y no formatos informativos.

Sorprendentemente, la estrategia arrojó un resultado correcto aunque tampoco para, como se diría popularmente, tirar cohetes. Antes de las 12:00 horas de la mencionada jornada, la curva de audiencias mostraba cómo algunos curiosos se acercaban a Telemadrid, misma situación que se repitió con el inicio del segundo bloque pasadas las 13:15 horas. Estas fueron las audiencias registradas y posteriormente difundidas por Kantar Media:

  • Avance Informativo. Boda del alcalde de Madrid: 10,5% de share y 41.000 espectadores
  • Avance Informativo. Boda del alcalde de Madrid: 13,6% de share y 64.000 espectadores

… no tanto con detectar bulos que afectan a Pedro Sánchez

Un día después de su cobertura sobre la boda de Almeida, los servicios informativos de Telemadrid dieron credibilidad absoluta a unas informaciones que terminaron siendo un bulo. Al frente de Telenoticias 1 Fin de Semana, Pedro J. Rabadán alertaba a los espectadores: "Este domingo tenemos nuevas revelaciones sobre la actividad de la esposa del presidente Sánchez".

En definitiva, la cadena pública se hacía eco, sin corroborar su veracidad, de una noticia donde se señalaba directamente a una persona: "El Gobierno oculta el importe de una subvención del propio Ejecutivo en nombre de Begoña Gómez", añadía, mientras detrás de él se mostraba una imagen de Pedro Sánchez y otra de su mujer. "Para el Partido Popular (PP), las actividades de Begoña Gómez que la vinculan al Gobierno son una inmoralidad".

¿Y por qué no se detectó el bulo? Por el momento, no hay respuesta oficial a este planteamiento. Eso sí, a la cadena pública no le quedaba más remedio que rectificar por boca de Víctor Arribas: "En el informativo del domingo, nos hicimos eco de una información del diario The Objective sobre una subvención a nombre de Begoña Gómez Fernández que identificamos con la esposa del presidente Sánchez. Sin embargo, Telemadrid no ha podido acreditar este extremo ni que la beneficiaria tenga relación alguna con el presidente del Gobierno".

Curiosamente, en ningún momento se ha hecho alusión al término "bulo" o "falsedad", sino que el presentador de Telenoticias 1 se limitaba a exponer que "no se había podido acreditar". Y todavía hay más: Telemadrid ha intentado restar peso a esta situación en la difusión de estas disculpas: en X, la red social antes conocida como Twitter, han evitado que la "rectificación" apareciese en el listado de hashtags separando la palabra de la almohadilla. Así, tampoco se resaltaba el término en azul.

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Conclusión: gana el sesgo, pierde el ciudadano

La conclusión de este último episodio viene a ser exactamente la misma que en otras ocasiones. Cuando el sesgo irrumpe y se asienta en una televisión pública, un medio que pertenece al pueblo y que financiamos todos, quien pierde vuelve a ser el ciudadano.

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