Dicen que el "amor tiene razones que la razón no entiende" y eso mismo debe pensar Meirivone, la mujer "casada" con un muñeco de trapo, con el que habría tenido tres hijos, que acudió a La vida sin filtros, el programa de Cristina Tárrega en Telecinco. La brasileña era entrevistada por Vamos a ver este lunes, 17 de junio, provocando que Patricia Pardo estallara contra Joaquín Prat y su programa por dar voz a su testimonio.

La mujer volvió a compartir otro surrealista testimonio en el magacín matinal de Telecinco: "Esto es una forma de criar diferente, una creación mía. Yo soy feliz por tener a Marcelo y a los niños. Es una felicidad única, diferente, que no soy capaz de expresar de otra manera. Además, compartiendo esta felicidad con la gente consigo que algunas personas mejoren de su depresión con algunos de los vídeos e historias que creo con mi mente", decía a través de videollamada desde su casa.

Sentada junto a su marido e hijos de trapo, la invitada expresaba el amor que siente hacia ellos: "Yo tengo mi familia de verdad, quiero mucho a mis hijos de 21 y 16 años, y a mi madre. Yo también soy trabajadora, soy limpiadora, pero también soy soñadora y aquí me muestro como una verdadera artista". Meirivone no terminó la entrevista sin antes volver a subrayar que es "muy feliz" con este particular modo de vida, algo que Joaquín Prat no se atrevió a cuestionar: "Si usted es feliz y es feliz intentando transmitir un mensaje positivo con su familia de muñecos de trapo, yo, desde luego, no voy a ser quién la juzgue".

El presentador de Vamos a ver, que intentaba comprender a la entrevistada una vez más, apuntaba a que no hacía ningún daño a nadie con su peculiar "familia": "Hay otra gente que se dedica a hacer maldades a través de las redes sociales, a transmitir mensajes muy negativos y perniciosos, y no es tu caso". El comunicador despedía a Meirivone, permitiendo que Patricia Pardo pudiese expresar su enfado: "Y ya está, no. Lo siento en el alma, pero yo no pienso lo mismo".

"Lo que ocurre es que yo creo que esta señora, si no tiene ningún desequilibrio mental, que no lo tiene porque si no no podríamos entrevistarla, encarna algo que es muy peligroso, que es el desprecio a valores fundamentales como el trabajo, el esfuerzo y la perseverancia", mostraba su punto de vista. La presentadora no podía esconder su enfado y continuaba expresando su malestar: "Yo soy madre de tres hijos y sé lo que es levantarse cada mañana igual que tú… Lo que pasa, Joaquín, es que para mí no todo lo vale. Inventarte que tienes una familia de trapo…".

Su tono iba in crescendo y Prat le pedía que no se enfadara, aunque no iba a causar efecto: "Pues sí, Joaquín. Creo que debemos fomentar otro tipo de valores y no estos. Es mi opinión, lo siento, pero si no ,no me quedo a gusto y creo que alguien lo tiene que decir. Lo siento mucho, ni un minuto de televisión a esta gente", sentenciaba Pardo, ante la aparente mirada atónita de su compañero. "Esto lo tienes que hablar con el director. A mí me ha parecido una persona muy amable. Yo la veo feliz, tiene sus muñecos de trapo y ya está", atajaba él. La periodista zanjaba el tema con ironía antes de que el programa se fuese a publicidad: "Pues viva la felicidad".

El testimonio de Meirivone en La vida sin filtros

Directa desde Brasil, Meirivone acudió al programa de Cristina Tárrega con su marido Marcelo y sus tres hijos. Sin embargo, la mujer dejaba helado al público cuando se enteraba de que todos ellos eran muñecos de trapo. La mujer narró cómo conoció a Marcelo, con el que se casó en una ceremonia con más de 250 invitados y con el que tiene a las gemelas Marcela y Emilia y el pequeño Marcelino. "Durante la pandemia hacía directos en redes sola, bailando y ahí surgió la idea de pedirle a mi madre que hiciese un muñeco de trapo. Cuando lo hizo, fue amor a primera vista cuando vi a Marcelo, mucho amor'', decía en plató. 

La invitada contaba, ilusionada, cómo es su particular familia: "La relación y el día a día es igual que el de otras familias, a diferencia de que ellos dan más trabajo que todos los demás porque Marcelo es discapacitado, no tiene pies; Marcelino es enano y las niñas también se sospecha de enanismo''. Sin embargo, la brasileña acudía al programa porque su marido le había sido infiel con varias mujeres mientras ella cuidaba de su hijo pequeño cuando se encontraba en el hospital.

"Me llamó una amiga y me dijo que vio a Marcelo entrando en un motel con una mujer. Castigué a Marcelo durmiendo tres días en el sofá. Él lo negó, que era una mentira de mi amiga porque tenía envidia de nosotros, entonces le perdoné porque le amo mucho", desvelaba, antes de asegurar que le "castigué durante mucho tiempo en el ámbito del amor''.

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