Natalia Sánchez, conocida por su papel de Teté en Los Serrano, ha desvelado el precio real del a pagar por la fama en la industria cinematográfica.

La actriz ha concedido una entrevista al programa El Faro, de la Cadena Ser, en el que hizo repaso de su trayectoria profesional, la cual empezó a la temprana edad de los 12 años en la ficción protagonizada por Belén Rueda y Antonio Resines.

Mi adolescencia estuvo condicionada por esa parte. A mí me dolía mucho, sobre todo por mis amigas. Yo tenía por una parte el sufrimiento de la fama, pero por otra la alegría de que te conocieran. Es una vida distinta”, aseguraba.  

"Mis amigas sufrían porque si íbamos a una discoteca me pasaba todo el rato firmando autógrafos. Me sabía mal por ellas porque si íbamos a una discoteca tenían la parte buena de que a lo mejor nos ponían en un reservado, pero me pasaba todo el rato firmando y haciéndome fotos, dando besos a la gente y ellas no disfrutaban. Yo tampoco, pero era parte de mi trabajo, entonces, no me molestaba tanto. Ellas sí es verdad que decían a veces: ‘Jo, Nata, es que esto es un poco insostenible'", prosiguió, revelando así las dos caras de la moneda en el mundo de la fama.

 

“Tú eres tú con o sin los focos delante”

A pesar de estas anécdotas negativas, Sánchez asegura que se siente “agradecida” por todo lo que le aportó su personaje de Los Serrano a posteriori: "A Teté le debo poder dedicarme a lo que me dedico". Asimismo, señaló cuál es el gran reto que supone ser actriz hoy en día: "La gran dificultad de nuestra profesión es saber mantenerse y entender que tú eres tú con o sin los focos delante", reconoció.

 

Natalia Sánchez ha triunfado en otras producciones, tanto en España como en Latinoamérica, destacando así sus papeles en Amar en tiempos revueltos, La duquesa y, ahora, la última producción española en Netflix, Los herederos de la tierra.