Duro varapalo para la familia de Bertín Osborne. El padre del cantante, Enrique Ortiz López-Valdemoro, ha fallecido a los 96 años, según informan diversos medios de comunicación. Su deceso tuvo lugar el pasado 18 de octubre, aunque ha trascendido este lunes. Lo que por el momento se desconoce es la causa de la muerte, aunque sí se sabe que López-Valdemoro superó diversos baches de salud. De hecho, ingresó de urgencia en un hospital tras suministrársele mal una dosis de medicamentos hará poco menos de un año.

Según ha informado El Debate y han adelantado otros medios, el cuerpo de Enrique Ortiz fue incinerado en un acto de carácter privado en el tanatorio de La Paz, en Madrid. El padre de Bertín Osborne tenía en su haber los títulos de VIII conde de Donadío de Casasola y VII conde de las Navas. Por el momento, su hijo no se ha pronunciado tras la pérdida de su progenitor, pero a todas luces que habrá dejado un gran vacío en su vida.

El fallecimiento de su padre llega en un momento de lo más complicado para el músico y presentador, pues hace escasos días también tuvo que afrontar la muerte de su mejor amigo, Ignacio Arizón, con quien mantenía una profunda relación de amistad de más de medio siglo. Dos golpes prácticamente consecutivos que dejan a Osborne noqueado emocionalmente, aunque ahora amparará su dolor junto a sus tres hermanas: María Teresa Ortiz Osborne, VIII condesa de las Navas; Marta Ortiz Osborne y María de la Luz Ortiz Osborne.

Baches en la relación con su padre

La madre del artista y célebre rostro de la revisión española, María Teresa Osborne y Marenco, falleció ya en el año 1991, hace más de tres décadas. Una muerte que a Bertín dejó más que tocado, incluso más que la de su hijo. Así lo hizo saber el cantante tras su paso en 2018 por el programa Planeta Calleja, de Cuatro, donde confesó que sufrió “más la muerte de mi madre que la de mi primer hijo”. “Ahora él tendría 37 años”, aseguró entonces el intérprete.

En cambio, la relación de Bertín con su padre ha atravesado varios baches a lo largo de su vida, especialmente en su juventud. De hecho, Enrique Ortiz no asistió a la boda de su hijo con Sandra Domecq, su primera mujer y madre de sus tres hijas, que falleció también en 2004 a causa de la leucemia. No obstante, con el paso del tiempo, reconstruyeron los puentes, hasta llegar a estos últimos años, donde el propio Bertín Osborne ha presumido de su buena relación con su progenitor, tanto a través de redes sociales como en sus participaciones en la televisión. Así las cosas, tanto Bertín como sus hermanas y su entorno más íntimo han despedido a Enrique en la más absoluta privacidad, ceñidos a la discreción que siempre tuvo en vida a pesar de la celebridad de su hijo.

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