Sálvame aún se encuentra en una espiral de cambios constantes que parecen no llegar a su fin, un hecho que tiene algo perdida a Lydia Lozano. La tertuliana de Telecinco ha hecho un balance de lo que significa para ella el programa.

En una entrevista con La Otra TV, asegura que, a pesar de “todos los baches” que el formato ha sufrido en los últimos meses, está “fenomenal”. Sin embargo, reconoce que le está costando trabajo adaptarse a los cambios: “Hay que adaptarse a todo porque ahora los jueves y viernes hay tres presentadoras, los lunes dos presentadores y si Jorge está malo nos quedamos con un presentador… Yo la verdad que voy un poco como de visita”, explica.

“Yo llego a Sálvame y digo ‘¿Quién presenta hoy? ¿En qué silla me siento?' Voy como cuando vas a una cena y no sabes ni quién hay en ella ni dónde te sientas en la mesa”, desvela, a la par que reconoce que el tono actual del programa es “más serio”: “Hay que levantar la mano para poder hablar”, señala.

“A mí el rollo de la mesa que te levantabas, dabas vuelta con la silla, y que gritabas: ¡Me voy! Ahora es diferente, ayer me tiré al suelo para imitar a Kiko Matamoros en Supervivientes y me miraban todos como ‘¿esta qué hace?’. Echo un poco de menos ese ritmo”, confiesa.

Supervivientes y Sálvame Fashion Week

En otro orden de ideas, Lozano también ha sido preguntada por otros programas relevantes de la cadena, tales como Supervivientes, concurso que ya apunta a tener próximamente a su nuevo ganador: “A Anabel la veo brillante. Es como una niña mimada que ahora da ánimos a todos. No se ha quejado de hambre, ha hecho fuego, ha pescado… ¡No le podemos pedir más!”, valora sobre su compañera. “Kiko Matamoros es como el gran faraón, tumbado en la arena esperando que el coco caiga y que alguno le traiga un pescado. Yo no sé por qué no nació en Egipto. Me quedo con Anabel. El arte que tiene ella no lo tiene Kiko Matamoros”, prosiguió.

Sobre su paso por el especial de Sálvame Fashion Week, la tertuliana asegura que lo vivió “fatal”: “No me apetecía ponerme el mono negro, no me había probado nada, me habían tomado las medidas mal…”, repasó.